Plasma no es un ‘abarrote’; llama hospital ‘Juan Graham’ a no lucrar con sangre para pacientes con COVID-19

La sangre y particularmente el plasma para pacientes con COVID-19 no deben comercializarse como si fuera un  ‘abarrote’, porque esto es algo que constituye un delito y por lo tanto debe evitarse, advirtió el Jefe y responsable sanitario del Banco de Sangre del Hospital ‘Dr. Juan Graham Casasús’, Hugo Zurita Martínez, al pedir a los ciudadanos realizar donaciones de carácter altruista.

El especialista destacó que muchas personas están cayendo en mensajes publicados en redes sociales donde se ofrece dinero a cambio del plasma de personas convalecientes por coronavirus o, por el contrario, quienes han superado la enfermedad se ofrecen como ‘donantes’ por un precio determinado.

De hecho la Ley General de Salud vigente considera la venta de sangre en México un delito federal, es decir, que cuando una persona decide dar ese órgano debe hacerlo por altruismo y no persiguiendo un beneficio económico, pues de ser descubierto la pena en prisión va de los 6 a los 17 años, de acuerdo con el artículo 462.

‘No es así nada más, porque no es azúcar ni arroz para decir ‘échame un kilo’. Es algo muy delicado, y se restringe el uso por lo menos en nuestra institución, seguimos muy bien los lineamientos que establece la ley… Lo que pasa es que la gente lo ve como algo de abarrote y no es así’, expresó el hematólogo.

Agregó que además debe existir un control estricto porque no sólo hay que verificar la calidad de la sangre y sus componentes, sino también la compatibilidad con la persona que lo va a recibir, para evitar reacciones adversas, y sobre todo tiene que existir una justificación médica para realizar cualquier transfusión.

En el caso del tratamiento experimental con plasma para el COVID-19, pidió a la población estar consciente de que no todos los enfermos son candidatos para este procedimiento ni tendrán los mismos resultados.

Finalmente dejó en claro que el plasma no se puede andar ‘cargando’ por la calle sin medidas sanitarias y el que se recibe en el hospital no va ‘dirigido’, es decir, se almacena para cuando sea necesario y no para un paciente en particular.