miércoles 2 julio 2025 11:33 AM
Redactor : Arath Roché Rosas
Durante años les dijeron que no. Que su modalidad no tenía cabida en unos Juegos Olímpicos, que el tiro con arco compuesto no era suficientemente global, ni popular. Pero la colombiana Sara López y la mexicana Andrea Becerra, dos referentes mundiales de esta disciplina, siguieron apuntando hasta dar en el blanco.
El sueño olímpico ya no es una utopía. Con la inclusión de la disciplina en el programa de Los Ángeles 2028, donde estará presente la modalidad de equipos mixtos, el escenario está listo para que dos de las arqueras más dominantes del mundo se enfrenten por una soñada presea.
Antes se medirán en Madrid, en la Copa del Mundo de Tiro con Arco, que se celebrará del 8 al 13 de julio.
Con 24 años, técnica impecable y mentalidad feroz, la de Guadalajara acumula una veintena de medallas en Copas del Mundo, Juegos Panamericanos y Mundiales, y además de desafiar a López, marca el inicio de una nueva generación dispuesta a tomar el protagonismo.
"Sigo sin creérmelo, pero estoy muy feliz. Se siente una gran responsabilidad. Hay que afinar detalles con el equipo mixto, pero vamos por muy buen camino y estaremos listos para conseguir esa medalla en Los Ángeles", señala a EFE la mexicana, quien desarrolla este pensamiento: "Ya que tengo la oportunidad de representar a mi país en mis primeros Juegos Olímpicos, ¿por qué no traerme ese oro a casa?".
Ambas coinciden en que la prueba mixta es el mejor escaparate del arco compuesto.
"Que sea en equipo me aporta tranquilidad, porque independientemente de quién sea la persona que vaya conmigo, y espero ser la persona que represente a Colombia, sé que vamos a hacer un muy buen trabajo. La magnitud del evento le agrega presión, pero también le resta saber que puedo ir de la mano con alguien que me ayudará a hacer los mejores puntajes", recalca López.
De la misma forma, Becerra apunta que, al tratarse de "un deporte de muchos nervios y presión", tener a alguien con quien compartirlo lo convierte "en algo más divertido".
Más tecnología, más precisión... y más gasto
Sin embargo, el reto va más allá de la línea de tiro. Durante años, el arco compuesto ha debido lidiar con la falta de visibilidad, menor apoyo institucional y el alto costo de su equipamiento.
Un arco completo puede alcanzar los 9.000 dólares: sólo la estructura base ronda los 2.000, y es, con suerte, lo único que puede conservarse por más de dos años.
Según desvela López, "se puede ir a una competición con un arco con ocho años"; pero la tecnología avanza, los diseños cambian y el rendimiento exige adaptarse, porque "para tirar contra los mejores del mundo se necesita el mejor equipo y el más modernizado", completa Becerra.
Las flechas son, a largo plazo, un gasto insostenible: una docena con las puntas de tungsteno ronda los 2.000 dólares, y requieren al menos dos juegos, con renovación semestral por desgaste.
Con la mira puesta en Los Ángeles 2028, que acogerá ambas categorías del tiro con arco, el desafío se traslada a las federaciones. Según López, los organismos deberán ajustar presupuestos y repartir recursos entre ambos equipos que, por fin, comparten importancia.
Por ahora, López y Becerra afinan cada disparo en dirección a Madrid, próxima estación de un recorrido con destino olímpico
Fuente: EFE Foto: EFE
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