jueves 23 mayo 2019 5:44 PM
Redactor : Gabriela Pineda
Los requerimientos laborales o sociales que hacen dormir a las personas más tarde o despertar antes de lo que el reloj biológico requiere, contribuye al desarrollo de obesidad.
De acuerdo con la investigadora de la UNAM, Lucía Mendoza Viveros señaló que se ha visto que la privación aguda de sueño afecta la tolerancia a la glucosa y la respuesta a la insulina; es decir, el metabolismo responde de manera inadecuada.
Cuando dicha situación es sostenida, durante años de trabajo nocturno o desveladas, las consecuencias pueden ser graves, indicó en un comunicado la investigadora de la UNAM quien estudia los ritmos biológicos en mamíferos.
La ganadora de la Beca para Mujeres en la Ciencia L’Oreal-UNESCO- Conacyt-AMC 2019, por dicho estudio, afirmó que aunque la investigación se realiza en ratones, es de relevancia, en especial por la prevalencia de obesidad entre la población mexicana.
Expuso que se trata de una condición patológica que conlleva muchos problemas de salud y detrimento de la calidad de vida de las personas.
El equipo científico halló, hasta el momento, que los animales alimentados con una dieta alta en grasas, cuya consecuencia es que presentan obesidad, tienen una disminución pronunciada en la actividad de los genes que se expresan de manera rítmica.
No obstante, en el grupo de animales alimentados con una dieta alta en grasas, pero los cuales sólo se les permite comer de noche, cuando su metabolismo está mejor preparado para recibir alimento, se comprobó que los patrones de expresión de los genes se parecen más a la condición normal, no patológica.
Fuente: ntx/gpo/Foto. internet
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