El segundo debate entre candidatos a la gubernatura de Tabasco efectuado el pasado 13 de mayo no fue una discusión pública de ideas; el diseño del formato lo llevó a un enfrentamiento “descafeinado” de propuestas y descalificaciones. Se dejó ver la confianza de quien debe cuidar su condición de puntero y mostrar su experiencia administrativa, como es el caso de Javier May Rodríguez, en tanto que Juan Manuel Fócil le apostó a la diatriba con el único objetivo de evitar que su partido, el PRD, pierda el registro.
En el caso de Lorena Beaurregard de los Santos cambió esta vez la estrategia, dejó las descalificaciones por propuestas, pero ya es demasiado tarde, quedará en el registro de la historia el insulto que en rueda de prensa hizo a los seguidores de Morena y que por razones obvias no puedo repetir; en el caso de María Inés de la Fuente no podía ser de otra manera, mostró inexperiencia para improvisar, en una ocasión tuvo que ser reconvenida para que dejara su libreto y respondiera a la pregunta ciudadana.
Los temas en este debate organizado por el IEPC Tabasco fueron: educación; economía, empleo y pobreza; e infraestructura y servicios públicos. Cada candidato tuvo dos minutos para expresar sus opiniones y consideraciones para lo que necesita el estado; hubo quien sí supo aprovechar el tiempo y quien lo dedicó al insulto y la denuncia sin sustento, buscando llamar la atención de los votantes indecisos.
Dicho lo anterior, el debate permitió a Javier May verse como el aspirante con proyecto y raíz social, lo que no sucede con sus competidores; mostró la necesidad de precisar los "cómos" de las políticas estatales para avanzar en los tres bloques temáticos, y también respondió a señalamientos de sus opositores sin engancharse en todos los temas que le fueron señalados; supo administrar su condición de preferencia electoral que reportan las encuestas en la entidad.
Un debate de una hora y media de duración no es suficiente para presentar detalles de operatividad gubernamental, no es posible por razones de espacio y tiempo, pero sí permite enviar señales de compromiso social, de humanismo, de conocimiento de los temas y de capacidad y experiencia, de respeto a la ciudadanía y de cómo se ve a Tabasco, como un polo de desarrollo o como lo describe Beaurregard de los Santos, “Tabasco es una casa vieja que se nos cae a pedazos”.
Otra intervención desafortunada en referencia a los programas sociales fue la realizada por Juan Manuel Fócil, quien dijo “no estoy de acuerdo en dilapidar el dinero sin medición de resultados”, dilapidar es “mal gastar”, craso error cuando el PRD nació como un partido de lucha social y de búsqueda de justicia para las clases más desprotegidas, y más aún cuando su candidata a nivel nacional, Xóchitl Gálvez, trata de posicionar que de ganar la contienda presidencial los programas sociales estarán incluidos en el presupuesto federal. Pónganse de acuerdo.
María Inés de la Fuente Dagdug se esforzó por la lectura de fichas informativas, en ocasiones trastabillando un renglón sí y otro también, emitió una frase vacía sin connotación política alguna: “apostarle a lo nuevo, a lo diferente”. Elegir gobierno no es apostar, habría que recordarle.
En su oportunidad May Rodríguez parafraseó al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador al decir que “el desarrollo sólo tiene sentido si se acompaña de justicia para el pueblo”, interesante precisión si lo que se busca es mantener esa conectividad con la ciudadanía que aún siente que no ha sido resarcida, que no ha visto el desarrollo en su comunidad, en los servicios a los que tiene derecho.
El ejercicio de que los candidatos respondan a preguntas ciudadanas nos permite hacer una reflexión: algo ha pasado para que Tabasco no sea el polo de desarrollo que debiería ser a partir de su condición geográfica, de la productividad de su tierra, de su abundante agua y actividad petrolera; fuimos el hermano mayor de los estados vecinos, lugar que hoy se ha perdido.
Para esta nueva etapa histórica, Javier May tiene identidad cultural y raíz social, inició la lucha de la izquierda al lado de López Obrador; ha sido parte importante en los proyectos estratégicos nacionales, como el de Sembrando Vida y el Tren Maya, que impulsó el gobierno federal para detonar el sureste, región nunca antes atendida.
Un panorama de lo que puede vivirse el próximo 2 de junio por la noche lo dio el Sondeo Electoral Universitario 2024, con participación en diversas entidades de la República Mexicana. En Tabasco, estudiantes de 9 instituciones de educación superior fueron convocadas a votar: en el conteo final, en promedio, el 75 % de los sufragios favorecieron en la elección federal a Claudia Sheinbaum Pardo, y a Javier May Rodríguez en los comicios estatales.
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