Lucha libre legislativa: sin máscara, sin reglas y sin transparencia

De bote en bote y sin pudor: la función estelar del Congreso
 

La Arena Coliseo y el Palacio de los Deportes están infravalorados en un deporte que muchos mexicanos no solo llevan en la sangre. También lo llevan en la médula de los huesos: la lucha libre.

¿A poco no se acuerdan de la famosísima canción que va más o menos así?: “Respetable público, lucharán a dos de tres caídas sin límite de tiempo. En esta esquina, El Santo y El Cavernario. Y en esta otra, Blue Demon y el Bulldog”.

Sin embargo, aunque estos personajes están un poco empolvados, las nuevas generaciones de luchadoras y luchadores inspiran otra melodía. Una que bien podría cantarse al ritmo de la Sonora Santanera:

“El pleno estaba de bote en bote, los diputados locos… ¡de la emoción! En el ring luchaban las de Morena, dándoles duro a las del PAN…”.

Yuriri Ayala, La Dani Álvarez, Marthita Ávila, Chayo Morales.  Parlamentarias con vocación…

No es la primera vez que los diputados, independientemente de su género, se confrontan con todo y con ganas. Pero, por favor. Cuando se trata de mujeres, en la tribuna de Donceles lo que debería existir es respeto.

Respeto por la institución. Por la investidura. Por los ciudadanos. Por el país.

Pero está más que corroborado que esto, para ellos, les hace lo que el viento a Juárez. Porque cuando no existe respeto por uno mismo, es erróneo pensar que lo habrá para todo lo demás.

Es inadmisible lo sucedido. Somos el hazmerreír en México y en el mundo. Y lo peor es que el hecho no pasará de ser, para ellos, un bochornoso incidente.

Para la memoria cívica, en cambio, será un recordatorio. Un recordatorio de que el servicio público —específicamente el de senadores y diputados— debe dejar de ser un boleto de la suerte para pasar a mejor vida.
Y exigirse requisitos. Requisitos que avalen su capacidad para la toma de decisiones en políticas públicas y otras vertientes.

Adiós a la transparencia

Pero eso no sucederá por las siguientes razones:

Morena, como estructura de poder y mayoría legislativa, está destruyendo todas aquellas instituciones que representan atarle las manos y exponerlos: el INAI, el INFOCDMX, el INE....

La transparencia les estorba. Están sedientos de poder. Por eso lanzan todos sus esfuerzos para la eliminación del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFOCDMX).

Las instituciones ya no están para servir al pueblo. Están para proteger a los funcionarios.

La corrupción deja de existir. No porque se haya erradicado. Sino porque las leyes se han modificado para beneficiar al ahora todopoderoso gobierno.

¿Cuál será el costo? Falta poco para sentar las bases. No de una dictadura declarada, sino de un proceso. De esos que comienzan debilitando contrapesos y terminan normalizando la concentración del poder.

Para que el México libre y soberano, como lo conocemos, deje de existir. Seremos una nueva versión de Venezuela.

No por las mismas causas, pero sí por el mismo patrón: instituciones debilitadas, contrapesos eliminados, y un discurso que convierte la crítica en traición.

Mientras muchos mexicanos crean que el de bienestar es el único apoyo en México emanado de Morena para beneficiar a los adultos mayores, defenderán una mentira. Siempre han existido apoyos económicos para personas de la tercera edad y para estudiantes.

El problema no es quién recibe el apoyo. El problema es cómo y para qué se diseña.

Porque el futuro y la economía del país se ponen en riesgo con programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, diseñados más para sumar votos que para generar empleabilidad real. Reciben mucho más que un adulto mayor que trabajó toda su vida.

Se da mayor apoyo a quienes pueden y tienen toda la energía para abrirse camino. Se les da el pescado. No se les enseña a pescar.

Seamos honestos. Es insostenible mantener a gente joven que puede trabajar.

Habrá quien diga que esto es exagerado. Lo mismo se dijo siempre antes de que la exageración se convirtiera en costumbre.

Sin embargo, es la estrategia perfecta. Y vaya que les ha funcionado. Así llevaron al poder a Morena.

La reversa que se esperaba para echar abajo las intenciones de desaparecer al INFOCDMX no sucederá. Lo único que queda es esa vieja canción que dice: “de reversa, mami”.
Porque si algo nos han enseñado la vida y Morena es que dominan el arte de salirse con la suya.

Mientras tanto, para los mexicanos, este tipo de servidores públicos llevan estampada en la frente una sola palabra: corrupción. Lástima que muchos sigan aplaudiendo el espectáculo.