jueves 4 diciembre 2025 12:42 PM
Redactor : Tannia Alcaraz
Un estudio de centros de investigación españoles ha identificado una alteración de tres microRNA, pequeñas moléculas reguladoras de la expresión génica, en enfermedades del cerebro y del intestino, lo que establece un patrón molecular común que abre la vía para mejorar el diagnóstico precoz del párkinson.
El equipo liderado por la investigadora Analia Bortolozzi, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IIBB-CSIC) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), ha observado este patrón en pacientes con párkinson, depresión y trastornos inflamatorios intestinales que mostraban las mismas desregulaciones en muestras 'post mortem'.
En un comunicado, el CSIC ha explicado que este hallazgo refuerza la hipótesis sobre la existencia de un eje intestino-cerebro.
Esto indica que "la acumulación anómala de la proteína alfa-sinucleína en las neuronas, característica de la enfermedad de Parkinson, se daría no sólo en el cerebro, sino también en el sistema neuronal entérico", es decir, en las neuronas del intestino, así como en otras partes del cuerpo.
De esta hipótesis se han derivado dos ideas: una que establece que el inicio del párkinson, con la acumulación de formas tóxicas de alfa-sinucleína, empezaría en el cuerpo para extenderse después al cerebro, y otra que considera justo lo contrario, que empezaría en el cerebro para extenderse después al resto del cuerpo.
Según la investigación, más del 80 % de los pacientes con párkinson presenta una alta incidencia de síntomas gastrointestinales, un hecho que respalda esta convergencia molecular y el posible bucle inflamatorio bidireccional entre cerebro e intestino.
Fuente: EFE/tlam/Foto: Freepik
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