Las micro, pequeñas y medianas empresas, y claro también las más grandes, dan crédito cotidianamente cuando entregan sus productos o servicios o cuando lo otorgan financiamiento a través de cuentas por cobrar que son facturas a 30, 60, 90 días o más; estas cuentas por cobrar son una de las formas de financiamiento más populares entre las empresas.
Si el cliente de una empresa le paga el monto deudor en la fecha acordada no hay problema pues la empresa puede seguir trabajando y pagando sueldos, puede continuar pagando sus propios compromisos crediticios, y puede seguir financiando nuevos créditos a sus clientes.
Las complicaciones surgen cuando uno o más clientes que acordaron pagar puntualmente comienzan a retrasarse o de plano no pagan. Esto hace que la empresa enfrente fuertes presiones para poder seguir operando adecuadamente, pues tiene que obtener, de otras fuentes, los recursos que no le han pagado.
Podría ser que algunas empresas tengan reservas monetarias para imprevistos o que cuenten con una línea de crédito de la que pueden disponer en el momento que lo requieran. Pero esto también implica contratiempos porque hace que se agoten las reservas u obliga a utilizar el crédito el cual tiene un costo: los intereses.
Estas acumulaciones de retrasos de parte de uno o más clientes pueden llevar también a la empresa a postergar proyectos, a tener dificultades para obtener nuevos financiamientos formales debido a la debilidad de su flujo de caja o incluso verse también obligada a retrasarse en el pago a sus propios proveedores u otorgantes de crédito perdiendo así credibilidad, generando una deuda mayor por la acumulación de intereses y otras penalidades, y a registrar atrasos de pago en el Reporte de Crédito.
Entonces, ¿cómo puede una empresa reducir el riesgo al dar algún tipo de financiamiento a personas, empresarios, empresas y hasta gobiernos?
Una opción efectiva es que la empresa consulte el Reporte de Crédito del prospecto junto con su Score de riesgo. En ellos puede observar varios elementos muy útiles para calcular las probabilidades de que pague adecuadamente. Por ejemplo, puede ver cómo ha cumplido con el pago de sus créditos, qué tanto nivel de deuda tiene acumulado, y cuál es la perspectiva de pago a futuro, entre otros elementos.
Si el cliente o prospecto tiende a ser puntual en sus pagos y mantiene un nivel de endeudamiento equilibrado hay mayores probabilidades de hacer un buen negocio a través del otorgamiento de un crédito. Pero, si muestra una tendencia a retrasarse, ha generado quebrantos o incluso ha hecho fraudes entonces hay mayor probabilidad que ese patrón se puede llegar a repetir.
Por supuesto que una vez otorgado el crédito es vital que la empresa reporte el desempeño de pago de sus clientes a Buró de Crédito. Así, quienes son cumplidos contarán con un registro de su buen desempeño de pago y los que tienen retrasos tendrán un importante incentivo para ponerse al corriente.
¿Y qué empresas pueden consultar y reportar a Buró de Crédito? Cualquiera, no importa su tamaño, giro o número de créditos que otorguen. Mientras la empresa sea legalmente constituida y que tenga alguna actividad crediticia o análoga al crédito puede trabajar con Buró de Crédito.
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