Cuando creemos que la inteligencia artificial es lo último que podríamos ver como avance tecnológico de esta etapa histórica en la que estamos, llegan otras invenciones que pueden cambiar una vez más nuestra forma de vida.
Algunos piensan que estamos en una etapa inicial en el desarrollo de la inteligencia artificial, en gran medida lo creen porque hasta ahora tuvieron un contacto directo con ella. La realidad es que científicos, universidades y empresas de todo el mundo llevan más de 40 años trabajando en ello, con aplicaciones y ejemplos increíbles.
Uno de los primeros contactos que tuvo el público con la IA, fue en 1997, la inteligencia artificial llamada en aquel entonces “Súper computadora” logro algo impensable para la época. La Deep Blue creada por IBM, logró vencer en una partida a Gary Gasparov el campeón mundial de ajedrez en aquel entonces.
La noticia dió la vuelta al mundo, por primera vez, se pensó en que una computadora podría ser más inteligente que una persona, pero la gente no le vio aplicación en su vida, porque solo se trataba de un juego de ajedrez nada más.
Con la llegada de Dalle 2, ChatGPT y Bard, se comenzó hablar de manera masiva sobre inteligencia artificial, ya que estas tres plataformas acercaron esta tecnología de una manera fácil y práctica, pero la IA es mucho más que esto y vienen cambios, no solo a nivel tecnológico, sino también a nivel social.
El Transhumanismo
El trans humanismo es un movimiento intelectual, cultural y tecnológico que propone la mejora del ser humano a partir de la incorporación de elementos tecnológicos para que pueda desarrollar ciertas tareas con mayor fuerza, rendimiento o precisión.
Podríamos decir que es la unión entre la biología y la tecnología, incorporada dentro de un ser vivo, en este caso un ser humano.
El término fue introducido por el biólogo Sir Julian Huxley en 1927 pero fue hasta finales de la década de los ochentas cuando el filósofo Max Moore planteó dos tesis para explicarla y sobre todo para aplicarla.
Primera: La forma más eficaz y rápida para mejorar la condición humana consiste en propiciar el progreso tecnológico. Esto es algo que vemos todos los días y me parece que a nadie le queda duda.
Segunda: no existen límites en la transformación tecnológica del mundo, ni en el perfeccionamiento de la persona. Con la popularización de la inteligencia artificial, me parece que a todos nos queda clara esta segunda tesis.
Lo anterior plantea agregar elementos tecnológicos dentro del cuerpo de las personas, para mejorarlas en funciones y áreas específicas.
En este punto, seguramente todos pensarán que esto es ciencia ficción, lo que las novelas y las películas le llaman un “Cyborg”, pero la realidad es que está más cerca de nosotros de lo que pensamos.
A nivel científico, a esto se le conoce como “bio informática”, hay una corriente en Silicon Valley a la que le llaman “Biohacking” y es básicamente la mezcla entre ingeniería y biología molecular, conocida también como biología sintética.
Existen diferentes ramas, pero hoy vamos hablar de una específicamente que es la que debería tener toda nuestra atención, la que se refiere a los implantes cerebrales.
Ya no estamos hablando de un planteamiento filosófico, esto es algo real que se está llevando a cabo actualmente.
En mayo de 2023, la FDA (Agencia de Administración de Fármacos y Alimentos en EU) dio autorización a Neuralink empresa de Elon Musk para la realización de las primeras pruebas en humanos de sus implantes cerebrales, después del éxito que han tenido en las pruebas en animales en los años recientes.
Autorizaron a la empresa de Elon Musk insertar Chips con nanotecnología dentro del cerebro de humanos para hacer pruebas.
La función principal para estos implantes será la de leer y analizar la actividad cerebral para poder enviar órdenes específicas al cerebro, y de esta manera restaurar algunas funciones que puedan estar gravemente dañadas después de sufrir un infarto o una esclerosis lateral amiotrófica. Dicho de otra forma, puede regresarle la vista a un ciego y podría lograr que alguien pueda volver a caminar después de quedar parapléjico.
El propio Elon Musk Dijo: “El primer producto de Neuralink permitirá que alguien con parálisis use un teléfono inteligente con la mente más rápido que alguien que usa los pulgares”
El transhumanismo ha inspirado a filósofos y científicos por igual, tratando de imaginar un futuro donde el humano no tenga límites, incluso planteando la inmortalidad.
Nick Bostrom, Profesor en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Oxford, fundador del Future of Humanity Institute, asegura que el transhumanismo debe promover la búsqueda de un mayor desarrollo para que podamos explorar realidades valiosas que nos son hoy inaccesibles. Para lograr este fin, la mejora tecnológica de los organismos humanos es el medio que debemos perseguir.
Por obvias razones, el planteamiento inicial para insertar un dispositivo en el cuerpo humano está relacionado directamente con la salud, pero es bien sabido que esto va más allá de solo mejorar la salud humana.
Uno de los grandes objetivos de estas tecnologías es incrementar la capacidad cerebral, incorporando modelos de inteligencia artificial que trabajen en conjunto con el cerebro humano para la resolución de problemas complejos.
Imaginemos que nuestro cerebro puede funcionar como ChatGPT sin necesidad de entrar a un interfaz del navegador de Internet; que nuestro propio cerebro se conecte Internet para obtener la información que necesite en tiempo real y tenga la capacidad para procesar todos esos datos y convertirlos en información útil. Si esto sucediera, de manera inmediata nos pondría muchos pasos adelante de quienes no tengan acceso a esta tecnología.
Un implante de este tipo podría convertir al cerebro de una persona en una súper computadora.
La democratización del Meta humano
¿Quienes serán los primeros en recibir un chip cerebral?
Como sucede siempre con las nuevas tecnologías, en sus primeras etapas está disponible solo para unos cuantos, y con el tiempo se va a masificando.
Sí dimencionamos el poder que implicaría tener un implante de este tipo en el cerebro, es lógico pensar que serán los Ultra millonarios, los que tendrán acceso en primer lugar a este tipo de tecnología.
En lo personal, creo que esta será una tecnología que bajará y se aplicará en escala de manera masiva.
El primer paso será el tema de salud, pero para obtener habilidades racionales e intelectuales adicionales habrá que pagar ciertas cantidades de acuerdo a la versión y poder deseado.
Veo en un futuro no tan lejano, paquetes individuales y de familia, incluso algunos para niños donde el chip no solo brinde poder de razonamiento adicional, sino que venga ya precargado con mucha de la información que necesite un ser humano en sus primeros años escolares. Porque aunque oficialmente no lo han dicho, algunas voces han señalado que algunos de estos dispositivos, si pueden contener información pre cargada que podría ser conectada a nivel neuronal.
Esto plantea un cambio en el paradigma de la educación en el mundo, porque ahora en lugar de enseñar conocimientos, se podría entrenar a las personas en cómo utilizar esta información, habilidades sociales y se daría mucho más peso a la inteligencia emocional. Creando de esta manera al humano perfecto.
Así como en su momento la imprenta creó una brecha de conocimiento, más adelante lo hizo el Internet y ahora lo está haciendo la inteligencia artificial.
El transhumanismo podría dividir a la población entre los Ultra inteligentes y los humanos promedio.
El espía en tu cabeza
Sobra decir que el tener un implante en el cerebro lleva consigo una supervisión de “alguien más”, si, alguien estará monitoreando nuestra actividad cerebral en todo momento y podrá a ver lo que hacemos desde lo más adentro de nuestra cabeza.
Esto plantea un dilema:
¿Cambiarías tu autonomía e independencia por una capacidad cerebral enorme?
¿Vale la pena tener ese poder mental, sacrificando mi intimidad?
Con una supervisión de este tipo se podrá identificar a tiempo tendencias suicidas, pero también se podría identificar desde el momento del primer pensamiento de una idea homicida o criminal.
De nuevo esto plantea una serie de dilemas, porque el implante podría suprimir los deseos criminales o simplemente malos, de acuerdo a un código de conducta, y gobernar a la persona para que se comporte de cierta manera. Sí, estamos hablando de modificaciones a la conducta, donde un implante pueda gobernar el comportamiento de la persona y hacerlo que haga ciertas actividades o deje de hacer otras; qué tal salir a votar por un candidato en específico o dejar de participar en una encuesta.
Esto da para mucha especulación.
Algo más que considerar
En 2022, Neuralink la empresa de Elon Musk recibió severas críticas, incluso una observación de la FDA relacionada al calentamiento que se generaba en los Chips insertados en el cerebro de animales, esto es algo que también podría ocurrir en la cabeza de un humano, incluso hay voces que dicen que el chip podría explotar en algún momento, causando un daño terrible en el cerebro.
Más allá del tema de salud, tecnológico o filosófico; me parece que tenemos que sentarnos seriamente a hablar de esto, porque estamos ante el inminente surgimiento de súper humanos con habilidades nunca antes vistas y el poder que pueden alcanzar estas personas es inimaginable.
Ahora también tendrán que entrar razonamientos éticos para determinar quién si podría o no recibir uno de estos aditamentos o en qué situaciones se deberían retirar.
Al día de hoy, ya hay humanos con estos insertos en sus cabezas en una etapa de prueba; el planteamiento es que esta tecnología esté completamente disponible para el año 2030, no falta tanto tiempo para que eso suceda, pero todavía estamos a tiempo para discutir sobre el tema.
El conocimiento que no se comparte, pierde por completo su valor.
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