OPINIÓN

La (des) educación universitaria

23 ene 2024 | Erasmo Marín Villegas

Los estudiantes deben tomarse en serio el desafío de ser agentes de la historia; deben trabajar por un mundo menos discriminatorio, más democrático, menos deshumanizador y más justo: Noam Chomsky

 

La educación superior en México vive una etapa de transición, y todo indica que en el próximo gobierno las universidades deberán seguir los ejes rectores de la Ley General de Educación Superior y la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencia, Tecnologías e Innovación aprobadas durante el actual sexenio; reformas constitucionales que reivindican la participación democrática, informada y efectiva de la comunidad en general, en el diseño del modelo educativo que se pretenda poner en práctica.

 

La leyes en mención establecen que la educación superior es un bien común y un derecho humano; los centros de investigación, por consiguiente, tendrán el “carácter humanista de la política científica y tecnológica del país, así como el derecho humano a la ciencia”.  Con esto se busca garantizar que la ciencia esté al servicio del bienestar regional y nacional, evitando que los egresados de las instituciones educativas tengan el perfil para ocuparse de manera preferente como trabajadores al servicio de maquiladoras trasnacionales o para emigrar a E.EU.U.

 

El gobierno federal que encabezará la científica Claudia Sheinbaum Pardo a partir de octubre próximo -así lo indican todas las encuestas electorales- extenderá la política de la Nueva Escuela Mexicana en todos los niveles: educación básica, media superior y  superior, que busca ampliar con equidad y calidad la cobertura educativa, además de plantear la creación de centros de estudios enfocados a realizar investigaciones pertinentes.

 

En su libro Espejos en contraste. La transformación de la Universidad en Europa, Asia y América Latina (2023), el doctor Axel Didriksson Takayanagui advierte de la crisis educativa que atraviesan las universidades en latinoamérica y México, destacando el rezago en los siguientes aspectos:

 

El panorama general de avance en los conocimientos es, desde una perspectiva comparada, muy desigual; las universidades de élite concentran el subsidio público, la investigación y la demanda de aspirantes.

 

La globalización de carácter dominante, en lugar de potenciar las capacidades locales de creación y difusión de conocimiento, y de ampliar las posibilidades de desarrollo general con equidad, orilló a las universidades hacia la importación acrítica del conocimiento y la tecnología.

 

Las actuales generaciones de estudiantes provienen de un largo periodo de transición de crisis y ciclos breves de recuperación, así como de la abismal desigualdad social provocada por los gobiernos neoliberales.

 

En la práctica, contrasta la existencia de universidades con innovaciones académicas altamente relevantes, modelos educativos de vanguardia ,y en contraparte, instituciones con un mar de obsolescencias tecnológicas y procesos de formación tradicionales.

 

Además, las condiciones de desigualdad con fines de trayectoria educativa se reflejan en la desigualdad en el ingreso, la pertenencia a algún grupo indígena, la lengua materna, las distintas discapacidades físicas u otras de carácter geográfico y urbano.

 

La educación superior impacta en forma negativa en las posibilidades de ascenso social, de movilidad laboral y de ubicación en un trabajo formal y estable.

 

Se debe sumar además una disminución al presupuesto destinado a las universidades, infraestructura insuficiente en la mayoría de las escuelas de educación superior, la concentración de estudiantes en las carreras tradicionales, y la falta de transparencia en la elección de sus autoridades universitarias.

 

En la reforma universitaria que viene, Didriksson Takayanagui, asesor en materia de educación del gobierno de Morena, adelanta que la asignación de presupuesto a las instituciones se realizará con base en la vinculación e incidencia de las universidades con los grandes problemas sociales regionales y nacionales.  Formar universitario con sentido crítico para enfrentar las dificultades por venir.

 

Se prevee que se destinen fondos extraordinarios para la creación de Centros de Innovación Tecnológica y Social en cada una de las universidades públicas, para atender requerimientos de conocimientos en poblaciones y comunidades desde la perspectiva de sus principales necesidades. 

 

En el nuevo modelo educativo, es vital que las universidades sean actores centrales en el combate de la pobreza y la desigualdad social, y pueden iniciar impulsando la participación democrática de la comunidad universitaria.

COMENTARIOS

XEVA 91.7 FM

VILLAHERMOSA - TABASCO - MÉXICO
CONTACTO

CABINA XEVA
993 3136103 Ext. 2025 y 2026

VENTAS XEVA
993 3136103 Ext. 2017 y 2019

DIRECCIÓN

Paseo Usumacinta s/n Esq Ayuntamiento. Col Gil y Sáenz, Villahermosa, Tabasco


logo xeva

logo yafm
Todos los derechos reservados