jueves 22 mayo 2025 3:08 PM
Redactor : Alejandra López Lizalde
Las defensas de varios de los acusados secundarios en el juicio por el millonario robo de joyas a Kim Kardashian en París en 2016 destacaron este jueves la falta de pruebas contra sus clientes, a la espera de escuchar a los de los dos principales imputados.
Tras la petición de penas que realizó ayer la Fiscalía, que solicitó penas de entre 6 y 10 años (esta última cifra para cuatro de los ocho acusados presentes), llegó el turno de los abogados de la defensa.
Contra uno de ellos, Didier Dubreucq, "no hay nada" en forma de pruebas, insistió su abogada, quien recalcó que la acusación no ha podido aportar ni imágenes de videovigilancia, ni restos de ADN ni ninguna otra evidencia que le sitúe en el lugar y el momento del atraco.
La investigación cree que Dubreucq fue uno de los dos enmascarados que apuntaron a Kardashian con una pistola y se hicieron con sus joyas.
Este acusado, un atracador reincidente de 70 años que acude varias veces por semana a sesiones de quimioterapia para tratar un cáncer de pulmón, insistió en su inocencia durante su interrogatorio la pasada semana.
Otro de los acusados para los que se piden 10 años es el más joven, Marc Boyer, cuyo abogado apuntó a lo que considera un "desequilibrio" entre los "indicios" aportados por la investigación y la severidad de la pena solicitada.
Los otros dos acusados para los que se piden 10 años de cárcel no niegan su culpabilidad, ya que fueron identificados por su ADN, y sus abogados no han intervenido aún.
Uno es el considerado por la investigación como el cerebro de la operación, Aomar Aïet Khedache (69 años), que rechaza haber jugado un papel tan importante, y que sufre una enfermedad que le ha dejado sordo y casi mudo.
En su testimonio ha hablado de un misterioso 'señor X', que encargó el robo y participó en el mismo, antes de desaparecer con el botín, que en su mayoría no ha sido encontrado.
Alegando su enfermedad aseguró, sin embargo, no recordar muchos detalles de ese hombre y se negó a revelar su identidad para proteger la seguridad de sus allegados contra posibles represalias.
El otro es Yunice Abbas, un abuelo de 72 años, quien hasta publicó en 2021 un libro sobre el robo, en el que reconoció que ni siquiera conocía la identidad de su víctima.
El defensor de uno de los acusados de suministrar información sobre los movimientos de Kim Kardashian a los atracadores argumentó que la actividad de la 'influencer' en redes sociales y sus apariciones en la Semana de la Moda de París de ese año hacían que "miles" de personas estuvieran al tanto de sus movimientos en tiempo real.
La propia Kardashian, en su declaración de la pasada semana, ya reconoció que tras el robo solo publica en redes sociales cuando se ha marchado de un evento, no mientras continúa en él.
De los diez acusados, uno murió antes de comenzar el juicio y el otro no ha sido juzgado porque sufre Alzheimer en estado avanzado.
Los alegatos de las defensas dieron el contrapunto a la presentación de conclusiones y petición de penas de la Fiscalía.
"No hay duda sobre la culpabilidad de los acusados", había afirmado de forma rotunda ayer la fiscal Anne Dominique Merville en su alegato final ante los jueces del tribunal.
El robo, que dio la vuelta al mundo por la condición de estrella de la telerrealidad y de las redes sociales de la víctima -que tiene 356 millones de seguidores en Instagram-, tuvo lugar en la madrugada del 3 de octubre de 2016.
Esa noche, la banda asaltó un pequeño y discreto hotel de lujo en la zona de la Madeleine, en el centro de París, donde Kardashian se alojaba durante varios días porque asistía a varios eventos de la Semana de la Moda.
Los asaltantes se llevaron joyas valoradas en unos 10 millones de dólares, entre ellas el anillo de bodas que el rapero Kanye West había regalado a Kim Kardashian, una pieza con un diamante de 19 quilates y valorada en unos cuatro millones de dólares.
Los acusados fueron detenidos en enero de 2017. Fueron bautizados por la prensa francesa como los "yayoladrones" porque muchos de ellos superan o rondan los 70 años, con un largo historial delictivo y muchos años de prisión a sus espaldas.
Fuente:EFE/All/Foto:EFE
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