viernes 20 junio 2025 1:08 PM
Redactor : Arath Roché Rosas
El Real Oviedo y el Mirandés tienen una cita con la historia. La vuelta de la final del play-off a Primera División consumaría para los oviedistas un regreso histórico, desde 2001 sin estar en la máxima categoría, mientras que para los de Miranda sería la hazaña más importante que un club modesto ha conseguido en la época contemporánea.
Por su parte, el Real Oviedo de Santi Cazorla necesita ganar este sábado al Mirandés en esta vuelta de la final del play-off para conseguir regresar a Primera División 24 años después.
Tras el triunfo por 1-0 que el Mirandés consiguió en Anduva hace una semana, al Real Oviedo le valdría ganar por un gol de diferencia para ser equipo de Primera División, aunque para ello el partido se tendría que ir a la prórroga; si los azules vencen por más de un gol, conseguirán el ascenso tras los 90 minutos reglamentarios.
Veljko Paunovic podrá contar con Santi Cazorla, capitán y símbolo del Real Oviedo que tras ser fundamental en el pase a la final no pudo jugar el partido de ida de la final debido a unas molestias en su rodilla izquierda.
El lateral Álvaro Lemos -lesionado de larga duración- es la única baja de los azules de cara al partido definitivo y todo apunta a que Cazorla y Fede Viñas podrían ser las dos grandes novedades del once inicial del equipo de un Paunovic que en Miranda de Ebro apostó por un dibujo táctico de tres centrales y carrileros.
Desde la llegada de Veljko Paunovic al Real Oviedo, el equipo azul ha disputado seis partidos en el Carlos Tartiere: ganó cinco de ellos y empató el correspondiente a la vuelta de la semifinal del play-off ante el Almería, que acabó con la clasificación de los azules.
El Tartiere ha colgado el cartel de ‘no hay billetes’ y es muy probable que se registre la mayor entrada de la historia del estadio, superando los 29.418 espectadores que se dieron cita en el Oviedo-Cádiz correspondiente a la última jornada liguera del presente curso.
Por parte del Mirandés, afrontan este sábado la finalísima por el ascenso a Primera División y con una ligera ventaja tras imponerse en el partido de ida, por lo que solo 90 minutos separan a los jabatos del sueño.
El conjunto dirigido por Alessio Lisci sueña con poner el broche de oro a una temporada histórica y estrenarse en la élite del fútbol español.
Enfrente, un Real Oviedo obligado a remontar ante su afición y con toda la presión sobre los hombros.
Cualquier empate le sirve al conjunto de Miranda de Ebro, pero para Lisci “salir a empatar es un suicidio”, por lo que saldrán “a ganar el partido con criterio”.
El técnico italiano lanzado un mensaje cargado de ilusión, pero también de serenidad.
“Estoy contento con la semana de trabajo. Hemos preparado distintos escenarios porque el Oviedo tiene muchas variantes, pero nosotros vamos a ser el Mirandés, el mismo que nos ha traído hasta aquí”, afirmó.
Para él, más allá de lo táctico, el componente emocional será clave y pidió que "disfruten" porque "puede que sea la última vez que jueguen una final así, y sería una pena que no la disfruten”.
Más de 300 aficionados del Mirandés viajarán al Carlos Tartiere, que estarán en clara inferioridad frente a los más de 30.000 oviedistas que llenarán el estadio.
“Sé que los vamos a oír, que nos van a empujar, que van a estar con nosotros en todo momento. Son fundamentales”, agradeció el técnico.
Lisci confirmó que toda la plantilla está disponible, salvo la duda de Juan Gutiérrez, que viajará con el equipo y será evaluado en la activación previa.
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