Con su fe inquebrantable, cientos de peregrinos visitan el Santuario Guadalupano

Movidos por su devoción, cada año miles de peregrinos y antorchistas emprenden recorridos que pueden extenderse por cientos de kilómetros para llevar la Luz Guadalupana a distintos puntos del país. Para ellos, no se trata solo de un viaje: es un acto de fe que simboliza esperanza para las comunidades que visitan.

Impulsados por el fervor religioso, estos viajeros aseguran que la devoción a la Virgen de Guadalupe les da la fuerza necesaria para enfrentar largas distancias, las inclemencias del tiempo, agotamiento y jornadas extenuantes. A pesar del cansancio, aseguran que la fe es su motor y el impulso que les permite seguir adelante sin desfallecer.

En su paso por Tabasco, un grupo de antorchistas originarios de Veracruz hizo una breve escala durante su travesía. Su destino final es el estado de Campeche, al que esperan llegar portando siempre la antorcha encendida, símbolo del amor y la protección de la Virgen Morena.

Para los peregrinos, llevar esta luz significa mucho más que un ritual, representa llevar un mensaje espiritual y una luz de esperanza en cada lugar donde hacen presencia. Con voluntad y su fe inquebrantable, continúan su recorrido anual, seguros de que la fe guadalupana los guiará hasta su destino.