Tras años de lucha, ejido Colima logra obra de contención contra avance del río Samaria

Tras casi una década de gestiones, promesas incumplidas y afectaciones directas a su patrimonio, habitantes del ejido Colima en Cunduacán lograron finalmente el arranque de la obra de contención del derrumbe en la margen derecha del río Samaria, un cauce caudaloso que año con año provocó inundaciones y la pérdida de viviendas. 

La comunidad, integrada por alrededor de 40 familias campesinas dedicadas a la agricultura y la cría de aves de corral, inició desde 2015, junto con el Comité de Derechos Humanos de Tabasco (CODEHUTAB), una lucha organizada para exigir la protección de sus hogares y cultivos ante el avance del río.

Los afectados, señalaron que durante años, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) realizó recorridos, estudios y múltiples compromisos que nunca se materializaron, bajo el argumento recurrente de la falta de recursos. Escritos dirigidos a funcionarios estatales y federales, audiencias, solicitudes ante la Secretaría de Hacienda, incluso una queja formal ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, no evitaron que el río continuara avanzando, provocando el derrumbe de al menos seis viviendas.

Con la gestión del actual delegado de CONAGUA en Tabasco, Luis Antonio Cabrera, fue retomado el caso, y se impulsó nuevamente la solicitud logrando la autorización de una inversión cercana a los 27 millones de pesos. El pasado 31 de julio se dio el banderazo de inicio de la obra, resultado de diez años de resistencia comunitaria.

Aunque el acto fue encabezado por autoridades municipales y legislativas, los pobladores subrayaron que la obra es fruto de la organización del ejido Colima y del acompañamiento constante del CODEHUTAB, una lucha que, finalmente, comienza a saldar una deuda histórica con esta comunidad ubicada a pocos kilómetros de Villahermosa y Cunduacán.