El día de mañana los Diputados Federales recibiremos la propuesta de paquete económico para 2021 enviada por mi paisano, el Presidente López Obrador, y con esto iniciaremos la gran batalla por reconstruir nuestro país de las ruinas que han sido estos primeros dos años de gobierno. Desafortunadamente, las pésimas decisiones que han tomado en materia económica y el mal manejo durante la pandemia del coronavirus, nos dejan ver que la capacidad para impulsar políticas públicas para la recuperación será muy limitada.
Recordemos que el Paquete Económico se compone de tres elementos: 1) los Criterios de Política Económica, 2) la Ley de Ingresos Federales (LIF) y 3) el Presupuesto de Egresos (PEF).
El primero de éstos detalla la situación económica, la cual el Presidente aseguró que ya pasó por su peor momento. Sin embargo, la realidad es otra; México tiene las perspectivas más bajas para su economía en 2020, y la principal razón de esto es que somos de los países que menos impulsó estímulos fiscales para las familias y empresas durante la crisis desatada por el COVID-19.
Nuestra economía se ha contraído más de 18%, algo nunca antes registrado, se han perdido más de 12 millones de fuentes de ingreso, 10 millones de mexicanos que estaban en la clase media pasarán a las filas de la pobreza, más de 3 millones han pasado a la informalidad y la deuda pública sigue creciendo, y no como parte de una política fiscal de apoyo a los más necesitados. Por tanto, es natural que nuestra recuperación económica se espere hasta 2025, colocándonos como uno de los últimos países de Latinoamérica en salir de la crisis.
El escenario de ingresos no es menos malo. El Presidente ha insistido que la recaudación para este próximo año no se verá afectada, no obstante, el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, lo desmintió señalando que la recaudación de IVA cayó en más de 20%, y que en este 2020 se agotarán los llamados “guardaditos”, es decir, los ahorros que habíamos acumulado por décadas precisamente para combatir situaciones económicas adversas como la que enfrentaremos en 2021. ¿Quién miente el Presidente o Arturo Herrera?
El ultimo documento que integra este paquete es el referente a la distribución del gasto, y el que estoy convencida debe reflejar una visión de bienestar a largo plazo, no decisiones con tintes electorales que no contribuyen a mejorar el nivel de vida de nuestros ciudadanos. El PEF 2021 debe tener sólo dos prioridades: proteger la vida de las personas y sentar las bases para la recuperación económica.
Como economista estaré pugnando por la reactivación de sectores estratégicos como el campo, el turismo y la atención real a los pequeños comercios, así como por un paquete de inversiones que vuelvan a posicionarnos como un polo de atracción de grandes capitales. También seguiré exigiendo el ejercicio eficaz de los recursos públicos, no hay que olvidar que al primer semestre de 2020 hubo un subejercicio de $185 mil millones; argumentan que no hay recursos para atender la salud de los mexicanos, ni para apoyar a las MiPyMes, pero dejan de gastar 10 veces más de lo que representó el fallido programa de las tandas del bienestar.
Hoy más que nunca urge un consenso político para tener un presupuesto que apuntale a una recuperación económica más inclusiva. Nuestro país necesita que los legisladores de San Lázaro demos esta batalla, la cual estoy segura, será la más importante en nuestra historia.
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