Tabasco, el estado que vio nacer al Presidente de la República, nuevamente es el laboratorio legislativo de MORENA. Primero la “Ley Compadre” que permitía asignar obras y servicios de manera directa y sin licitación, después la “Ley Garrote” para castigar con cárcel a quienes realicen manifestaciones en el estado; evidentemente ambas para “proteger” a toda costa la Refinería de Dos Bocas, y también ambas impugnadas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Ahora, el nuevo experimento es la denominada “Ley Chatarra”. Sin duda, la solución al problema de la obesidad en México debe atenderse de manera integral, pero pretenden hacerlo legislando al vapor y de manera inconstitucional, poniendo en riesgo la lenta reactivación económica de nuestro Estado.
Como sabrán, esta Ley prevé la prohibición de la venta de alimentos y bebidas azucaradas a menores de edad en el Estado, además de imponer un impuesto adicional a la venta de bebidas energizantes y saborizadas en cualquier tiendita, restaurante o supermercado. Sin embargo, como economista, estoy convencida que más allá de resolver el problema, lo único que traerá esta reforma es una disrupción catastrófica a la cadena de valor de la industria agroalimentaria, además de una severa afectación a miles de MiPyMes y productores artesanales que dependen de la comercialización de estos productos.
Aquí quisiera añadir que una de las industrias más afectadas con esta Ley es la industria cacaotera, símbolo choco y orgullo de la gastronomía nacional. Recordemos que Tabasco destaca por ser el principal productor de cacao en México al representar 65% de la producción nacional y al ser una actividad de la cual dependen más de 32 mil familias. Además, su comercialización ha sido una de las principales fuentes de ingreso para los tabasqueños y ha derivado en una derrama económica que, en tan sólo 4 meses, superó los 750 millones de pesos. Insisto, es sumamente alarmante que en lugar de fomentar una alimentación sana, pretendan desprestigiar una de las industrias más tradicionales que tiene nuestro estado.
También es importante notar que esta reforma prohíbe restricciones a la libertad de comercio; misma que está establecida como una facultad exclusiva del Congreso Federal en el artículo 73 de la Constitución. Dicho de otra forma, los estados no pueden legislar en esta materia, por lo que la aprobación de esta Ley violenta el derecho humano a la seguridad jurídica. Con eso en mente, es que esta semana presentaré ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos una solicitud para que esta dependencia interponga una acción de inconstitucionalidad ante la SCJN, tal y como lo hice cuando se aprobó en el Congreso Estatal la “Ley Garrote” y la “Ley Compadre”.
Como tabasqueña, insisto en que urgen decisiones para rescatar al Edén del infierno que vive. Tabasco es el epicentro de la pandemia siendo el primer lugar en contagios y muertes por cada 100 mil habitantes, y en lugar de proteger a toda costa nuestra salud y economía, me decepciona ver que mis paisanos sean parte de un experimento que busca medir el impacto de políticas públicas que no tienen pies ni cabeza.
Desde Tabasco, donde se cocinan presidencias de partido y leyes absurdas, la importancia de mi labor como la única Diputada Federal de oposición toma más sentido que nunca; por eso, a casi dos años de labor legislativa, mi compromiso para señalar lo incorrecto y proponer soluciones está más fuerte que nunca.
@PerezSoraya
Paseo Usumacinta s/n Esq Ayuntamiento. Col Gil y Sáenz, Villahermosa, Tabasco