La crisis económica vivida en el país se ha acelerado por la pandemia del coronavirus y se le ha salido de control al Gobierno Federal, también es la principal razón de la desesperada propuesta de reforma a la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria que mi paisano, el Presidente López Obrador, envío a la Cámara de Diputados. Dicha iniciativa, fomenta la discrecionalidad del gasto público, pretende borrar lasfacultades que otorga nuestra Constitución a losDiputados Federales, y atenta contra la democracia en México.
Grosso modo, esta iniciativa establece que el Ejecutivo Federal, a través de la Secretaría de Hacienda, maneje el presupuesto de la nación durante una situación de “emergencia económica o de salubridad general” y ya no tenga que acudir a los Diputados para autorizar cambios.
Adicionalmente, es importante señalar que esta misma ley YA ESTABLECE el mecanismo de compensación de recursos que el Presidente puede usar cuando se presentan este tipo de contingencias; es decir, la iniciativa no sólo es inconstitucional, sino INECESARIA.
En un intento de corregir lo incorregible, el recién nombrado Presidente de la Comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados presentó un dictamen modificando la iniciativa enviada por el Presidente, para acotar la discrecionalidad hasta 10% del gastoaprobado. Para ponernos en contexto, en el caso del presupuesto 2020, esto representaría aproximadamente 620 mil millones de pesos (4 veces la refinería de Dos Bocas o 2 veces el cancelado aeropuerto de Texcoco).
¿Por qué mejor Hacienda no nos prepara un proyecto de modificación presupuestal para atender la emergencia sanitaria, que pueda ser discutido y autorizado por nosotros, los representantes de los ciudadanos? ¿o es que quieren este enorme margen de discrecionalidad para más programas clientelares?
Ahora ¿qué sigue? Primero tendrían que aprobar dicho dictamen los integrantes de la Comisión, y segundo la Comisión Permanente deberá aprobar un periodo extraordinario de sesiones para discutir esta reforma. Lo más difícil será conseguir los votos en la Permanente cada miércoles, porque los grupos parlamentarios de oposición seguiremos firmes en nuestra convicción de mantener la división de poderes.
Urge sesionar para legislar cómo mitigar la crisis definanzas públicas originada por las malas decisiones que han tomado y la reciente pandemia del coronavirus. Por cierto, uno de los temas prioritariosserá empezar con PEMEX, la empresa productiva más importante de nuestro país que, tan solo en el primer trimestre de este año reporta pérdidas multimillonarias, y que según KPMG, sus propios auditores externos, persiste “una duda significativa sobre la capacidad de Pemex para continuar como negocio en marcha”.
En estos tiempos difíciles, México necesita que todos trabajemos con base al diálogo constructivo y propositivo, sin colores partidistas y con un único objetivo en común: el bienestar de todos los mexicanos. Sin duda, el enorme rechazo ciudadano manifestado en redes sociales sobre esta iniciativa *fue lo que* obligó a que Morena reculara. Y siguiendo el ejemplo de los ciudadanos, hoy más que nunca, los legisladores debemos resistir esta embestida anticonstitucional fungiendo como el verdadero hospital de la democracia, defendiendo con valentía los principios de nuestra Constitución *y, sobre todo, la división de poderes.*
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