¿Se han dado cuenta que el mundo entero está viviendo nuevamente de manera acelerada? La unidad y solidaridad internacional que la pandemia del coronavirus nos dejó ha quedado atrás, y se han sumado conflictos internacionales activos que están teniendo serias repercusiones económicas y sociales. En medio de este panorama incierto, se ha levantado una discusión mundial alrededor de la procuración del agua; la cual quisiera retomar pues nuestro país y Tabasco, particularmente, podrían jugar un rol preponderante.
El agua es una necesidad básica prioritaria del ser humano, y la Organización de las Naciones Unidas considera que el acceso y saneamiento de este recurso es un derecho humano, de hecho, este es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a alcanzar en el año 2030. El incremento de la población alrededor del mundo y la manera en que se consume el agua ha ocasionado que la demanda sea cada día más grande, en muchos lugares este recurso escasea por su sobreexplotación o la falta del vital líquido, en otros abunda pero no se aprovecha, eso sí, la mayoría de los expertos aseguran que ningún otro recurso natural traerá más conflictos como el agua.
Aunque la UNESCO recomienda mejorar la gobernanza, planeación, manejo, asignación y uso eficiente de los recursos hídricos, no todos los países lo asumen. En México la situación es muy diversa y también compleja, por ejemplo, en mi tierra, el agua es vida y tragedia. No hay mexicano que no asocie a Tabasco con “agua”: tenemos la segunda cuenca hidrológica más grande del mundo conformada por los ríos Grijavla y Usumacinta, la concentración de 35 por ciento de toda el agua dulce del país, un 70 por ciento del territorio cubierto de agua, y más de 120 cuerpos de agua en todo el estado.
Al mismo tiempo que mi estado es rico en agua, sufrimos las inclemencias de trágicas inundaciones cada año, somos el cuarto estado con peores servicios a la vivienda, incluyendo agua potable, alcantarillado y drenaje, incluso hay más de 1,700 escuelas que no cuentan con el vital líquido. Por eso, presenté una iniciativa para crear la Secretaría del Agua del Estado de Tabasco, para que su gestión sea integral, esté en manos de especialistas y sea normada por un organismo especializado que cuente con toda la fuerza institucional para cumplir estos objetivos.
En estados como Baja California, Tamaulipas, México, Jalisco, Zacatecas y Coahuila ya existen estas secretarías, permitiendo que las decisiones de política pública estén en el primer nivel, también, recientemente fue planteada en Sonora. Tabasco ni ningún estado debe quedarse atrás, este es el rumbo que deben tomar los gobiernos estatales y el gobierno federal en México.
Es de suma importancia que exista mayor coordinación entre los gobiernos estatales y el nacional, que la CONAGUA funcione de mejor manera, de seguimiento puntual a la dinámica global del agua, y busque soluciones como las que están implementando otros países; que se generen las estrategias necesarias para aprovecharla y sea una palanca de desarrollo que genere empleos y derrama económica de manera responsable y sostenible. Un gobierno que no establezca una política hídrica trae daños irreversibles en la vida de los ciudadanos, y sin lugar a dudas es, un gobierno miope y de poca visión de futuro.
@PerezSoraya
Paseo Usumacinta s/n Esq Ayuntamiento. Col Gil y Sáenz, Villahermosa, Tabasco