Había una vez una Diputada Federal valiente, profesional, y muy aguerrida en tribuna, con una fuerte labor en defensa del sector energético y de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad. Por mencionar algo de su trayectoria y preparación, trabajó en el Complejo Petroquímico Pajaritos, fue ingeniera de proceso en el Complejo Petroquímico Cangrejera, fue asesora en la Comisión de Energía del Senado y de la Cámara de Diputados, después cuando llegó a ser Diputada fue Secretaria de la Comisión de Energía en San Lázaro. Esa experiencia era suficiente para ser la mejor secretaria de energía, pero fue por mucho la peor ¿qué le pasó a Rocío Nahle?
Le di seguimiento puntual cuando fue legisladora, 32 iniciativas y 176 puntos de acuerdo (exhortos) le dieron popularidad a nivel nacional a la zacatecana autodenominada veracruzana. En su trabajo legislativo, igual solicitaba la renuncia de los titulares de PEMEX y SCT por tráfico de influencias y corrupción, como exhortaba enérgicamente a PEMEX para que se detuvieran arbitrariedades y violaciones a los derechos laborales de sus trabajadores de confianza. Varias veces denunció actos de corrupción, casos de lavado de dinero de candidatos y fuertes llamados de atención a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la ASEA para que realizara los estudios necesarios para determinar la existencia de fuentes de contaminación en Coatzacoalcos. Mientras leen esto, seguro hasta piensan que es compañera mía del Frente Amplio por México, pero no, esa era Nahle.
Poco duró su buen desempeño. En 2018 llegó la otra cara de la moneda, la nubló tremendamente el poder desde el gobierno. Cuando asumió el encargo empezó su amnesia, y se olvidó de sus discursos en tribuna y de todo lo que defendía: nunca cuestionó ni le advirtió al Presidente sobre su nueva política energética, jamás puso un pie en San Lázaro para dialogar de manera abierta y plural con legisladores mucho menos en una comparecencia, no pudo explicar por qué usar una filial de PEMEX para construir de manera opaca la Refinería de Dos Bocas y donde quedaron los más de 200 mil millones de pesos que llevan gastados por encima del presupuesto original, nunca contestó llamadas, nunca contestó oficios, nunca atendió ciudadanos, nunca, nunca, nunca.
Con un PEMEX casi en quiebra, con créditos negados o cancelados como el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos por 800 millones de dólares por mandar más de un millón de barriles de petróleo gratis a Cuba, con una refinería que se inauguró en 2022 pero que aún no refina, con relaciones internacionales destruidas con nuestros aliados de Norteamérica, con todo esto y más, la presidenta del Consejo de Administración de PEMEX y responsable de ejecutar la “soberanía energética” se va por la puerta grande y con la venia del presidente para gobernar Veracruz.
Hay que decirlo, Nahle está catalogada como una de las peores funcionarias públicas, trae acusaciones por contratos de casi 5 mil millones de pesos a familiares directos y amigos, y severas observaciones en sus cuentas públicas.
“Extraordinaria servidora pública y secretaria de Energía” dijo mi paisano el presidente al anunciar que se iba por la gubernatura, ya veremos qué opinan los veracruzanos.
@PerezSoraya
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