A las 10 de la noche del 18 de marzo de 1938, el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río anunciaba el decreto para la expropiación de 17 empresas petroleras que controlaban el sector energético detonando la creación de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y con esto, se dio el inicio de una nueva era para el aprovechamiento nacional de nuestros hidrocarburos. A 84 años de este suceso histórico, la experiencia internacional nos asegura que esto ya no sirve de nada; muestra de ello son los 172 mil millones de pesos que perdió PEMEX en 2022, que equivale a todo el presupuesto ejercido por la Secretaría de Salud.
Las decisiones en materia energética han sido terriblemente negativas. Decidieron construir una refinería en Paraíso, Tabasco, que a casi 5 años de su primera piedra lo único que ha traído a los ciudadanos han sido problemas. Al momento que Rocío Nahle tomaba la palabra en el zócalo capitalino, Dos Bocas estaba totalmente inundada por enésima ocasión, y videos y fotografías de los paraiseños y trabajadores no dejaban de circular en redes sociales.
No entiendo por qué Rocío Nahle está empeñada en engañar al presidente. La realidad es que el periodo de integración aún no inicia porque, aunque las 5 plantas ya están terminadas faltan ciertos equipos para poder interconectar todo el proceso, como las calderas, los cambiadores de calor y los famosos mecheros que normalmente vemos en toda planta o refinería. Sumamente importante para poder iniciar la fase de pruebas es terminar los sistemas de desfogue, que son justamente la salida de todos los gases peligrosos que viajan por las plantas.
Esta semana me habló un amigo especialista en refinación, y me comentó que la parte más delicada del proceso de interconexión es asegurar que los gases viajen sin ningún peligro, y para eso antes tienen que hacer pruebas por al menos 6 meses para asegurar que no haya fugas, y deben realizarse con gases inertes (que no puedan producir incendios, aire comprimido o algún líquido con corrosivo); nada de esto han iniciado.
Ahora, pensemos que milagrosamente terminarán este julio, la pregunta es ¿de dónde van a sacar petróleo para refinar? El gobierno de Morena aseguró que para 2022 estarían produciendo 2,320 miles de barriles de petróleo diarios y para 2023 más de 2,500; pero sólo están produciendo 1,500. La respuesta a esta interrogante es que construyeron una refinería que requerirá importar petróleo para que pueda echarse a andar.
Las metidas de pata no terminan en Dos Bocas, también están las fumarolas de la refinería de Cadereyta que según diversos estudios emite 90% de todo el dióxido de azufre en Monterrey y esto afecta vías respiratorias y causa graves enfermedades; las observaciones millonarias de la Auditoría por errores, omisiones y desvíos de Pemex; y los miles de millones de pesos en pérdidas anuales.
Esto es solo una pequeña muestra de que la soberanía energética de Andrés Manuel es pura demagogia.
Quisiera finalizar manifestando mi total rechazo a la denigrante y vergonzosa actitud de los fanáticos de AMLO al haber quemado en pleno zócalo la figura de la ministra Norma Piña Hernández. Reitero mi solidaridad a quien preside el máximo tribunal mexicano, y desde aquí mi rechazo absoluto al clima de violencia hacia las mujeres que ha motivado este gobierno desde los espacios públicos; que lejos de ser nuestro refugio se han vuelto nuestra hoguera.
@PerezSoraya
Paseo Usumacinta s/n Esq Ayuntamiento. Col Gil y Sáenz, Villahermosa, Tabasco