Apenas en julio de este año, irresponsablemente la Secretaria de Energía, Rocío Nahle aseguró que el primer barril refinado en Dos Bocas saldría este mes de diciembre y calificó de mezquinos a los expertos y empresas especializadas que con proyecciones y datos declaraban que era técnicamente imposible. Esta, fue una más de las cientos de mentiras que irresponsablemente ha declarado en público, desafortunadamente Dos Bocas traerá mucho más costos ambientales y sociales que los beneficios económicos, si es que algún día logra echarse a andar.
México es el 12vo. País con mayores emisiones de Gases de Efecto Invernadero a nivel mundial, y el segundo de América Latina. Los daños ambientales en México representan más o menos 4.5% del PIB del país, además hemos sido señalado como un país especialmente vulnerable a los impactos del cambio climático, por eso se presentan con mayor frecuencia, la intensificación de los huracanes, erosión marina y descenso de la disponibilidad de agua.
Como tabasqueña, en un lugar donde justamente estamos viviendo con mayor intensidad los cambios climáticos, es especialmente llamativo que hayan decidido construir la Refinería en las condiciones que lo hicieron. Primero talaron cientos de hectáreas de manglar que servían como vasos reguladores contra inundaciones y que hoy provocan no solamente que se inunde esa obra, sino que 80% del municipio de Paraíso esté bajo el agua cuando llueve. Se decidió iniciarla sin estudios hidrológicos y sin manifestación de impacto ambiental, y todo esto para producir gasolina, diésel, azufre y propileno a tan sólo unos metros de áreas naturales protegidas y la laguna de Mecoacán que surte alimentos frescos a miles de tabasqueños.
Por eso, necesitamos políticas públicas que aseguren el cuidado de nuestro medio ambiente: 1) Fortalecer a las instancias de gobierno que buscan preservar el medio ambiente, desvincularlas de los ciclos políticos para asegurar su independencia, y 2) dotar de suficientes incentivos para más empresas que realicen responsabilidad ambiental.
La semana pasada se llevó a cabo uno de los eventos más importantes en su tipo de habla hispana: La Feria Internacional del Libro en Guadalajara y en el en el marco de este evento fui invitada a participar por Geraldina Herrera Vega, Presidenta de la Fundación Expo Guadalajara a uno de los foros con mujeres talentosas que respeto Margarita Zavala, Xóchitl Gálvez y Patricia Armendáriz, justamente para hablar del desarrollo sustentable.
Desde ahí compartí que los economistas hemos llegado a la conclusión desde ha algunos años, que no es suficiente crecer para que haya desarrollo, necesitamos que haya desarrollo económico inclusivo, es decir, que no se concentre el bienestar en unas pocas manos y que se distribuya de forma equilibrada entre todos los sectores de la sociedad. Y, además que cada acción que se realice para impulsar el crecimiento asegure la preservación de nuestro medio ambiente, porque de nada sirve que haya riqueza sino tenemos una Tierra para disfrutarla.
Por eso duele tanto que este gobierno tenga tan poco interés en el cuidado de nuestro medio ambiente. Dos Bocas se ha convertido en una piedra para la sustentabilidad y los cálculos de Rocío Nahle están cada vez más lejos de la “soberanía energética” y más cerca de una catástrofe ecológica de magnitudes épicas.
@PerezSoraya
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