En México, la luz se ha convertido en un lujo que muchos no pueden pagar, especialmente en estados como Tabasco, donde las altas temperaturas nos afectan durante todo el año. Lamentablemente, pese a ser este un reclamo añejo de la ciudadanía, el presidente ahora busca impulsar una iniciativa que encarecerá aún más el servicio eléctrico, poniendo en riesgo las finanzas públicas del país, el medio ambiente y la economía familiar.
Tal cómo lo mencioné en mi columna de la semana pasada, la iniciativa preferente recibida en San Lázaro, es a todas luces, inconstitucional. Sin embargo, esto es algo que los funcionarios de la 4T siguen sin aceptar, señalando que lo que buscan es exclusivamente un incremento en las utilidades de CFE de aproximadamente $135 mil millones de pesos, según lo estimado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados. Lo que no dicen es que este incremento se daría a costa de nosotros los consumidores, que al final del día somos los que pagamos la luz.
En el Parlamento Abierto, los Diputados integrantes de la Comisión de Energía, pudimos escuchar las preocupaciones de expertos del sector energético, como Fernando Zendejas, Rosanety Barrios, Guillermo García Alcocer e Idelfonso Guajardo, todos que alertaron del gran retroceso que esta iniciativa significaría para el país, del riesgo a nuestra salud y a los compromisos de transición energética hechos por México. Pero a los que no escuchamos fueron a los de la pluma en esta iniciativa, ya que ni Rocío Nahle ni Manuel Bartlett se presentaron; una vez más le huyeron al debate y a la responsabilidad de rendir cuentas.
Como Diputada Federal por Tabasco, me da pánico pensar que esta iniciativa se traducirá en mayores costos para los usuarios finales. Por años, los tabasqueños hemos tenido que lidiar con tarifas injustas y recibos impagables. Es más, ha sido de tal magnitud este problema, que recientemente el Gobierno del Estado, junto a la CFE, anunciaron un nuevo convenio de apoyo tarifario, después del fracaso del programa “Adiós a tu Deuda” anunciado por el propio presidente.
Desafortunadamente, todo parece indicar que el anuncio de este convenio no fue más que un cúmulo de falsas promesas y medias verdades, con el afán de coaptar el voto a favor de MORENA en las próximas elecciones. Principalmente, lamento que este convenio no contemple una tarifa verdaderamente homologada para Tabasco, sino más bien un subsidio en el cobro que asumirá el gobierno estatal con aproximadamente $360 millones de pesos sólo para 2021, a lo cual hay que agregar los más de $2 mil millones de los adeudos históricos; es decir, al final del día lo pagaremos todos los tabasqueños.
Además, nos engañan diciendo que desaparecerá el adeudo histórico de los tabasqueños “de manera total y sin condiciones”, cuando sólo serán beneficiados los damnificados por las inundaciones de 2020 previa depuración del padrón de Bienestar. Así que los miles de usuarios que venían cumpliendo puntualmente con las disposiciones del programa “Adiós a tu deuda” y que ante los altos costos de la energía cayeron en cartera vencida, ya se les sentenció que deberán liquidar su deuda por las buenas o por las malas.
Hoy, CFE se encuentra bajo la lupa del escrutinio nacional y todos debemos estar alertas, levantando la voz ante estas injusticias y demandando el trato justo que nos merecemos.
@PerezSoraya
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