La reforma constitucional impuesta por MORENA en el Senado, -para rediseñar al INFONAVIT-, se ha aplazado por el momento, pero no ha quedado desechada. Por tanto, no debemos dejar de analizarla para descubrir sus riesgos, así como sus oportunidades.
El actual director general, -Octavio Romero-, ha presentado una denuncia por corrupción practicada en el INFONAVIT durante la administración del presidente Peña Nieto. Evidentemente si se comprueba este delito, los autores deben ser castigados con todo el rigor de la ley.
Sin embargo, esta denuncia parece no estar motivada por argumentos morales ni éticos. Su objetivo parece ser convertirla en una narrativa para justificar la reforma que se pretende aprobar.
De entrada, las reformas a las estructuras operativas y de control de este organismo, -que hasta la fecha ha sido tripartita, pues su administración está conformada de forma equilibrada por representantes de los trabajadores, del sector empresarial y del gobierno-, pretende minimizar el número de representantes de los dos primeros sectores, para darle control al gobierno en la toma de decisiones. Esto significa un Comité de Vigilancia donde cinco de sus integrantes representan al gobierno, dos a los trabajadores y dos a los patrones.
Además, si el Consejo de Administración no resolviese por unanimidad los acuerdos, el director general del Infonavit podría ejercer su derecho al veto.
Por tanto, esta desproporción de votos en el Comité de Vigilancia equivale a dar facultades al gobierno para decidir el destino de los dos billones de pesos que pertenecen a los trabajadores de México, así como de las aportaciones que hicieron los patrones para hacer crecer los créditos de sus propios trabajadores.
Estas cláusulas no se pueden legitimar con el argumento de la corrupción.
Esta reforma pretende legitimar el control del patrimonio de esta institución, dinero que representa el ahorro de los mexicanos que sueñan con construir su propio patrimonio a partir de su casa propia y se ha manipulado mediáticamente hablando sólo de la cara bonita, que es la construcción que realizaría el INFONAVIT de un millón de viviendas y la posibilidad de que los trabajadores que no pueden comprar arrienden esas viviendas con opción de compra.
Esta institución ha sido, -hasta esta reforma-, una institución ejemplar … ejemplar en organización, eficiencia y administración.
Debemos recordar que antes de la verdadera reestructuración que hizo su director general, Víctor Manuel Borrás, -al inicio del gobierno de Vicente Fox-, obtener una casa del Infonavit era una odisea para los trabajadores, que tenían que recurrir a los denominados “coyotes”, o sea gestores que en un esquema de corrupción y dádivas repartidas internamente ayudaban a asignar viviendas.
En esa época las casas que construía directamente el Infonavit eran de baja calidad, feas, además de que todas eran idénticas.
A partir de que Borrás promovió la reconfiguración del Infonavit como una institución financiera, se estimuló un sistema competitivo en el que los desarrolladores de vivienda competían entre sí ofreciendo casas con diseño y en la ubicación urbana que se ajustaba a las necesidades de los trabajadores.
Para garantizar la calidad de las viviendas edificadas por terceros, el Infonavit creó un sistema altamente eficiente de supervisión de obra bajo su control. De este modo, -en estos últimos veinte años-, el trabajador ha tenido a su disposición una oferta de vivienda amplia entre la cual escoger. La administración a su vez maneja los créditos de modo simple apoyada por un sistema informático de alta tecnología.
Hoy, con esta reforma, todo parece indicar que habrá un regreso al pasado con un Infonavit que construye, financia y vende, lo cual estimulará las viejas prácticas, con casas de baja calidad, sin diseño y quizá una asignación de vivienda manejada burocráticamente, lo cual permitirá el regreso del coyotaje.
De un plumazo, de un día para el otro el Congreso, -dominado por MORENA-, elimina el equilibrio y da un peso mayoritario a los representantes del gobierno y dejan como figuras decorativas a los representantes de trabajadores y patrones. Además, se quitan de encima el control financiero que hasta ahora ejercía la Comisión Bancaria y de Valores sobre las finanzas del Infonavit, quien cuidaba la correcta utilización de este dinero.
Una institución que, de ser orgullo de todos los mexicanos por su eficiencia, por voluntad de los legisladores morenistas, se pretende desfondarla, con el riesgo de que el dinero de los ahorradores termine patrocinando otro tipo de obras.
Además, detrás de Infonavit estaba toda la industria de la construcción del país compitiendo para ofrecer el mejor diseño, calidad y ubicación en cada ciudad y poblado, para que el trabajador, -dueño del crédito-, tuviese opciones de entre las cuales escoger.
Hasta hoy las leyes de la oferta y la demanda en el mercado de la construcción han estimulado la competencia que favorece a quien compra y tiene el poder de su decisión. A partir de esta reforma, -como está redactada-, el trabajador queda en manos del INFONAVIT, quien le otorgaría la casa con el modelo y diseño, precio y ubicación a criterio de los funcionarios que otorguen las viviendas.
TRISTE NAVIDAD
Mientras a nuestro rededor se respira el ambiente festivo de las fiestas decembrinas, es imposible no reconocer la tristeza que se vive en muchísimas familias mexicanas que en estos momentos de festejo colectivo están angustiados por la desaparición forzada de uno de sus miembros, la búsqueda de los restos de un ser querido, -e incluso-, la nostalgia de los jóvenes reclutados a la fuerza por el crimen organizado y retenidos en un estado de esclavitud, los inocentes encarcelados por la prisión preventiva oficiosa, o los migrantes atrapados en un país extraño, -como el nuestro-, acosados y agredidos por autoridades migratorias corruptas, así como por el crimen organizado, -y en general-, resintiendo un ambiente ciudadano hostil como lo es el nuestro.
¡Qué triste navidad!
SERES INVISIBLES
Una mujer pequeña, muy morena, con ropa muy modesta, -rayando en la precariedad-, que exhibía un profundo cansancio y una gran vulnerabilidad, arrastraba una pequeña maleta con rueditas, bastante deteriorada y se presentó como migrante hondureña se acercó a preguntar por información para continuar su camino hacia el norte.
No tuvo que pedir ayuda económica pues era evidente que la necesitaba.
Para nosotros los migrantes son seres invisibles que viven un infierno en su paso por México sin que hagamos nada para protegerlos.
Exigimos a Estados Unidos el trato respetuoso para los nuestros, que no les damos a ellos en nuestro territorio.
Acosados por los agentes de migración y vulnerados por el crimen organizado
Imposible ignorar esta cruda realidad.
EL CINISMO
Francisco Garduño, -el hasta hoy Comisionado del Instituto Nacional de Migración-, con total insensibilidad se deslinda de su responsabilidad al frente del INM, donde su gente trata con despotismo a los migrantes. Con cinismo evade su responsabilidad por la tragedia del incendio de la estación migratoria de Ciudad Juárez del 27 de marzo del 2023, cuando los custodios dejaron morir a 40 migrantes y dejaron a 28 lesionados con gravedad y las instalaciones no cubrían los mínimos requisitos de “protección civil”, lo cual es total responsabilidad suya.
Se está despidiendo del cargo haciendo declaraciones, -no sólo irresponsables-, sino carentes de vergüenza. En cualquier otro país por esta tragedia el funcionario a cargo del instituto hubiese enfrentado un juicio. Por vergüenza él debiese haber renunciado, pero no, se acogió al apapacho del presidente López Obrador quien con sus declaraciones paternalistas lo exoneró de su responsabilidad jurídica.
Garduño hizo de las estaciones migratorias “campos de concentración”.
Así es como se ejerce el “humanismo” en este gobierno.
Paseo Usumacinta s/n Esq Ayuntamiento. Col Gil y Sáenz, Villahermosa, Tabasco