El escándalo protagonizado por los hijos del presidente Ernesto Zedillo en el concierto de U2 de 1997 fue por años una "leyenda urbana", ya que en su momento fue ocultado por los medios, era la época de la gran censura del régimen del PRI, donde criticar al Presidente, al Ejército o la Iglesia, eran temas vetados.
La noche de este jueves 1 de abril, la legendaria banda irlandesa de rock U2, revivió el concierto “Pop Mart Tour”, realizado en 1997 en el Foro Sol de CDMX. El concierto fue trasmitido por primera ocasión en alta definición como parte del “The Virtual Road”, que incluye los míticos conciertos de Irlanda (2001) EEUU (1983) México (1997) y Francia (2015).
La presentación en CDMX fue manchada por un lamentable y vergonzoso incidente que estuvo a punto de provocar que U2 suspendiera su tercera presentación en aquella gira. Los guaruras de los hijos del entonces presidente Ernesto Zedillo, protagonizaron una trifulca con el staff de U2.
Poco antes de finalizar el concierto, los militares del Estado Mayor Presidencial (EMP), decidieron sacar a los hijos del presidente Zedillo, violando los cercos de seguridad y conduciendo a los jóvenes por áreas restringidas, entre cables, bocinas, luces y cámaras, lo que provocó que el staff de la banda intentara impedirlo.
El incidente escaló cuando una de las grúas-robot con cámara, estuvo a punto de golpear accidentalmente a uno de los hijos del presidente (Carlos Zedillo), quien cayó al piso, provocando que los guaruras sacaran armas en pleno concierto ante la mirada atónita de Bono, líder y vocalista de la banda que observaba desde el escenario.
En la trifulca y confusión uno de los militares del EMP golpeó con su pistola a un miembro del staff, provocándole una herida en la cabeza que requirió varias puntadas. Al intentar salir del evento, la camioneta donde se trasladaban los hijos de Zedillo, arrolló a Jerry Mele, jefe de seguridad de la banda, provocándole una grave lesión en la columna.
El concierto finalizó en medio del caos y fue necesario llevar a los heridos al hospital.
Esa misma noche U2 convocó a una conferencia de prensa, que se llevaría a cabo al otro día a las 10 de la mañana, donde denunciaría los hechos, sin embargo la presión del gobierno y la promesa de una disculpa hizo que se cancelara.
Al siguiente día Bono y sus compañeros Larry Mullen, Dave Howell (The Edge) y Adam Clayton, fueron recibidos en Los Pinos por el propio presidente Zedillo, quien lejos de disculparse, acusó al staff del grupo y al personal de OCESA, empresa encargada de la logística del evento, de ser los responsables de lo ocurrido.
Finalmente la disculpa del Estado Mayor y del gobierno mexicano nunca llegó; U2 se fue y no regresó a México hasta el 2006, como parte de su gira Vértigo Tour. Jerry Mele, jefe de seguridad de U2, quedó inhabilitado permanentemente para trabajar, por lo que demandó al Estado Mayor por daños, demanda que ganó y que le dio acceso a una indemnización millonaria.
El vergonzoso incidente en el “Pop Mart Tour” de U2 en México en 1997, fue ocultado por la mayoría de los medios, la evidencia de los hechos (fotos y videos) fueron desaparecidas y confiscadas; por años el caso fue tratado como una leyenda urbana.
Al final el escándalo quedó en el anecdotario de los abusos protagonizados por la clase política gobernante en el régimen del PRI.
Este texto incluye información y datos recopilados en diversos medios que años después del incidente informaron sobre lo ocurrido en ese concierto.
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