La cuota de género es un mecanismo diseñado para brindar equidad en un espacio donde se requiere representación de ambos géneros, y en los últimos años ha ganado terreno con muestras muy evidentes como lo que sucede en el congreso de la unión o en las elecciones recientes, dónde ya es obligatorio que haya una cantidad específica de mujeres.
Existen varios ejemplos de como el tema ha sido polémico, en parte por no saber como ejecutarlo o por no querer llevarlo a cabo; el ejemplo más conocido es el de “Las Juanitas” como se le llamo a lo que sucedió a inicio de septiembre de 2009, cuando 8 diputadas federales solicitaron licencia para separarse del cargo por tiempo indefinido, cediendo el lugar a sus suplentes hombres. Esto como resultado de la reforma electoral del 2008, donde el COFIPE determinó un porcentaje del 40-60% en las candidaturas.
En la reforma electoral de 2013-2014 (COFIPE) se considera la paridad de género, pero sólo a las candidaturas de diputaciones federales y locales, y se convertía en exigible para todos los partidos políticos en el registro de candidaturas,;adicionalmente las fórmulas de candidatos debían ser siempre del mismo sexo, ya fueran por Mayoría Relativa o Representación Proporcional.
A diferencia de lo que ocurre en el gobierno, la iniciativa privada ha tomado su propio camino en busca de una equidad de género. De acuerdo al reporte de igualdad de género de la ONU, México se encuentra por arriba de la media mundial con un 37.8%, contra el 26.6% del promedio de todos los países participantes.
El 2020 fue un año complicado en esta materia, ya que de acuerdo al IMCO la participación económica de las mujeres en México sufrió una caída histórica, llegando al 35% de ocupación, contra el 44% que se tenía en 2019.
En el mismo estudio de IMCO resalta que en mayo de 2021, 18% de las mujeres mayores de 15 años con posibilidad de incorporarse a la economía se encontraban entre la población no económicamente activa pero disponible, lo que representa que 4 millones de mujeres podrían trabajar si encontraran una oportunidad. En contraste, hay 2.9 millones de hombres que comparten esa misma situación.
En el reporte 2020 Women On Boards, en México sólo 225 mujeres pertenecen a un consejo de administración, lo que representa el 8.7% de los miembros. Como referencia en Estados Unidos las mujeres en puestos de dirección son el 22.6% y en Europa el 25.8%.
Las industrias donde hay mayor participación de mujeres en conejos de administración son: Servicios financieros, Productos de consumo, Industrial, Materiales y las industrias donde menor o nula participación tienen son: Energía, servicios públicos, tecnologías de la información y telecomunicaciones.
Si bien las cifras de equidad casi se han duplicado en los últimos 10 años, para algunos todavía estamos lejos de cantar victoria por todo lo que falta por avanzar.
Durante varios días me di a la tarea de entrevistar a algunas de las mujeres más exitosas que conozco; todas ellas son reconocidas en su profesión y destacan por su talento en lo que hacen. Entre las entrevistadas hay empresarias, ejecutivas de alto nivel, investigadoras, profesoras, diplomáticas, periodistas, políticas, deportistas, artistas, etc.
En total fueron 22 mujeres entrevistadas y les hice 3 simples preguntas:
1 Tú como mujer ¿consideras necesario que haya cuota de género en tu profesión?
2 ¿Lograste el lugar en el que te encuentras el día de hoy gracias a la cuota de género o a algún estímulo para la equidad de género?
3 ¿Qué opinión tienes sobre la cuota de género ?
Las respuestas fueron por demás interesantes y para mi sorpresa no todas coinciden.
Las respuestas a la primera pregunta fueron divididas, ya que el 50% consideró que no es necesario que exista una cuota de género, mientras que 40% dijo que si era necesario que hubiera mecanismos para brindar equidad. Un 10% dijo no poder opinar, al no conocer sobre el tema.
Con la segunda pregunta, el 95% dijeron que no llegaron a donde están gracias a un estimulo de equidad de género, o sea que llegaron por sus propios medios a dónde se encuentran. Algunas comentaron que cuando fue su momento de crecimiento profesional, no existían esos estímulos, en otros casos comentaron que simplemente no los necesitaron porque ellas pudieron destacar por su propia cuenta.
La tercera pregunta es la que generó más pasión en las respuestas, y es donde prácticamente todas destinaron más tiempo para opinar.
Entre las respuestas hay algunas que afirman que la equidad debe ser vista como algo bueno para dar oportunidad a todas las que hoy no pueden destacar en su profesión por no tener los espacios.
Un par de ellas comentaron que al momento de subir o crecer profesionalmente se han enfrentado a más bloqueos por parte de otras mujeres, más que lo que han recibido de hombres.
Algunas hablan sobre la equidad como algo que debe impulsar a hombre y mujeres por igual, de hecho una frase de Lucero Álvarez, reconocida periodista llamó mi atención:
“Debería reconocerse el trabajo y las habilidades de una persona sin importar si es hombre o mujer, sin que eso influya en la oportunidad laboral o el reconocimiento”
Para algunas les resulta denigrante que se rellene un espacio con una mujer(quitando al hombre), en lugar de que se le asigne por sus méritos, hablando de las cuotas de género.
La mitad de las entrevistadas coinciden que cubrir un lugar con una mujer solo por ser mujer, es el mismo error que cubrirlo con un hombre solo por ser hombre, ya que los méritos deberían poner a cada quien en el lugar que le corresponde.
Conclusión
Desde mi perspectiva, el problema de la igualdad de género está justo ahí, en la igualdad. Los hombres y las mujeres no son iguales, no piensan igual, no reaccionan igual, no trabajan y no dirigen equipos igual; Y siendo completamente honestos, no podemos decir que alguno sea mejor que otro, porque al final son diferentes y para algunos casos y situaciones el estilo de un hombre puede ser bueno, y para otros casos la manera de hacer las cosas de una mujer es mejor.
Me parece que lo que hace falta no es quitar hombres para poner mujeres, sino impulsar el crecimiento de las mujeres de manera integral, quitando barreras y bloqueos de todo tipo para que puedan avanzar profesionalmente y escalar posiciones por sí mismas, dicho de otra forma darles todo el apoyo para crecer y quitarles los obstáculos para destacar por su talento.
Quiero agradecer a las mujeres que participaron en este ejercicio, cuentan con toda mi admiración.
Alicia Ramírez, Beatriz Perez Bolde, Berenice Corral, Blanca Cordova, Celia Olmedo, Claudia Calvin, Gabriela Pulgarin, Gilda Villarreal, Anónima, Lydia Fresnedo, Lucelly Pulgarin, Ivonne Flores, Karla Pantoja, Anónima, Mónica Mistreta, Anónima, Olga Oro, Lorena Carreño, María José Santiesteban, Paulina Monreal, Sheila Montaño
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