La reputación lo es todo, es la esencia de la imagen que proyectas, por algo se define como “la imagen pública sostenida en el tiempo” y construirla toma años.
En esta ocasión nos enfocaremos en los beneficios que te otorga tener una reputación positiva, es decir, cosechar lo que con tus acciones a través del tiempo permite que la sociedad en su conjunto, tu grupo social y profesional en el que te desenvuelves te tengan en buen concepto y alta estima.
En mi experiencia profesional, he tenido la oportunidad de constatar dos hechos importantes, el primero es que son pocas las personas que públicamente se expresan bien de alguien, esta es una tendencia “natural” porque la naturaleza humana se enfoca más en la crítica y en los errores, triste pero cierto. El segundo punto, es consecuencia del primero, una vez que alguien te tiene en alta estima estará dispuesta a prestarte su ayuda y apoya en circunstancias especiales.
Permíteme ejemplificarlo con una historia. En la antigüedad, el imperio de los medos y los persas constituyeron una potencia mundial como hoy lo es Estados Unidos.
Durante el reinado de Asuero, este nombre es la forma hebrea del nombre persa Khsyayarsha, mejor conocido en la historia como Jerjes (forma griega del mismo nombre) se emitió un decreto de muerte para todos los judíos que vivían en las 127 provincias que conformaban el reino.
Inmerso en este dramático episodio político, se encuentra Esther, la reina que destaca no solo por su extraordinaria belleza sino por su actitud y valor.
Durante cuatro años se convirtió en la mujer más popular del reino, pero en aquel entonces ese no sería motivo suficiente para ser excluida de un decreto de muerte por el solo hecho de ser reina y hermosa. Su vida y la de su pueblo dependían de la estimación que le tuviera Asuero.
En todo ese tiempo Esther construyó una reputación sólida, su comportamiento había sido decisivo en la actitud del rey hacia ella. Su conducta mesurada, su lealtad, gentileza, sus genuinos actos de sencillez y amor que tuvo con quienes trataba se convirtieron en motivos de peso para extenderle el centro que constituía el emblema de la magnanimidad del rey hacia ella.
Sin una reputación sólida y congruente, Esther habría perdido la vida y su solicitud de misericordia no tendría base alguna en qué sustentarse.
¿Cuánto tiempo llevas en tu trabajo, en la empresa? O ¿desde hace cuánto tiempo te conocen en tu comunidad o grupo social? Tu crecimiento y progreso en diversos ámbitos es directamente proporcional a tu reputación.
Recientemente fuimos testigos de los ataques a Lucero Mijares y cómo fue defendida por sus fans porque les agrada, por la reputación que ha construido durante todo este tiempo. Si ahora analizamos por qué Ángela Aguilar recibe tantos ataques y críticas a sus comentarios nos encontramos con que los motivos son los mismos que en el caso de la princesa de México. Tu reputación te hace ser amado(a) o repudiado(a).
Ahora que ya sabes acerca del impacto de tu reputación y cómo esta te beneficia, estás a tiempo para replantearte seguir como hasta ahora o renovar tu imagen desde los cimientos.
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