Secretos de imagen pública: Las princesas para conquistar el corazón de la gente

Cuando hablamos de princesas, el nombre de Diana, acude a la mente de muchas personas. Fue considerada uno de los miembros de la realeza más amados y lo sigue siendo a pesar de que su dramática historia pertenece al siglo pasado.

Sin embargo,  a lo largo de los siglos ha habido muchas princesas que por alguna u otra razón han dejado una huella duradera a lo largo de la historia de la humanidad ya sea por su talento y belleza como en el caso de Grace Kelly, por su espíritu aventurero como Carolina de Mónaco, o por su rebeldía y desplantes en el caso de la princesa Margarita de Inglaterra, hermana de la reina Isabel II. A esto se le llama reputación y es la imagen pública sostenida en el tiempo.

Todas y cada una de ellas, incluso las princesas de esta era han construido una reputación que se integra a los estrictos códigos de conducta que rigen su actuar tanto en la intimidad de la familia real como en la esfera privada, sin embargo ¿Qué hay detrás de la reputación de estas mujeres que sólo algunas logran conquistar verdaderamente el corazón de sus súbditos, así como del mundo entero?

Si repasamos los episodios de la vida de Diana de Gales, en primer lugar encontraremos su sencillez, el interés genuino por la gente, especialmente por aquellos que eran rechazados por su condición como lo fueron los enfermos de VIH, en una época donde el temor de ser contagiado con solo tocarles era la creencia general; no obstante,  aunque enlistemos cada una de sus acciones no tendríamos la respuesta idónea para saber cómo se gana el corazón de la gente.

Así que haciendo una  retrospectiva histórica,  hay una princesa, que llegó a ser reina  que nos da la respuesta. Su historia es tan antigua que nos remonta a la época gloriosa del imperio Persa, su nombre fue Ester, y su llegada al palacio real y al trono son una clase magistral para todas aquellas mujeres que quieran ocupar un lugar de influencia en cualquier ámbito.

Su belleza fue el pase de entrada al Palacio, pero ocupar el trono como reina fue gracias a su sencillez, gentileza y una conducta íntegra, como recién llegada real su reputación estaba en construcción; sin embargo su desinterés por las riquezas y joyas, su lealtad e integridad fueron siempre la carta de presentación en cada una de sus acciones. Los historiadores y comentaristas enfatizan que Ester sabía escuchar y seguía los consejos que se le daban, sin importar su posición  como reina. Su personalidad era equilibrada y su carácter disciplinado. Fue obvio entonces que en la crisis donde su vida y la del resto de los judíos dependían de un acto de valor de su parte, debiendo presentarse ante el rey sin ser llamada,( lo cual representaba una condena a muerte), saliera airosa.

La historia narra que Asuero, le extendió su cetro de oro y ella lo tocó en señal de aceptación real. Este hombre entendió que sólo una razón muy grave podría llevar a su reina a presentarse ante él sin ser llamada. Su reputación como mujer intachable y de belleza interior produjeron los resultados positivos narrados en el antiguo testamento.

Muy posiblemente la monarquía siga vigente y seguirán existiendo hermosas princesas, no obstante, muy pocas tendrán el cuidado de trabajar en sus propios defectos y cultivar la belleza eterna del carácter que genere una reputación que se gane el corazón de su gente.

Afortunadamente no necesitas ser de la realeza para trabajar en los aspectos necesarios para conseguir una gran reputación, es está la que abre puertas, cierra tratos, da contratos, vende, en una palabra es un peldaño hacia tu éxito.