Estos días de intenso calor ponen en evidencia la clara relación de éste con la ira y la agresión, precisamente este miércoles a medio día circulaba en la zona de bancos de Paseo Tabasco, justo cuando pasaba frente a BBVA, veo a un agente de tránsito tocando con la mano derecha (con la que sostenía su carpeta) la puerta de un vehículo con placas de circulación WMX259B cuyo conductor se apresuró furioso a salir del automóvil para acto seguido empujar con los dos brazos el pecho del agente.
Leyendo la emoción de la expresión facial del conductor, quien mientras intentaba salir de su vehículo mostraba ira intensa, supe con antelación que agredería al agente de tránsito Sin importar que este fuera una figura de autoridad y este es el punto medular del tema de hoy.
En psicología el efecto halo “es la primera impresión o proyección de las cualidades en personas o cosas de manera inconsciente. Es un sesgo cognitivo, es decir, un efecto mental que distorsiona la percepción que cada persona tiene sobre la realidad”. En el efecto halo estás impresiones son positivas.
Cuando se trata de analizar el efecto halo en las figuras de autoridad que portan uniformes como agentes de tránsito y vialidad, policías, soldados, etc., nos encontramos con un cambio dramático en los últimos años dónde estás figuras consideradas de respeto por la sociedad, hoy ya no lo son.
Diversos casos en todo el país pone en evidencia este hecho, no importa el género de la autoridad, el statis o edad, hace algunas semanas dos agentes femeninas de la policía de Puebla fueron golpeadas por un sujeto masculino en la zona de Angelópolis; en la capital del país es muy común encontrarse con casos en que los ciudadanos agreden física y verbalmente a la autoridad sin importar si hay niños presentes.
Aunque las autoridades antes mencionadas no gozan de muy buena fama e imagen pública, recurrir a la agresión y violencia es cruzar todos los límites legalmente permitidos, soslayando no sólo la educación cívica que se supone debemos tener como ciudadanos, sino también los valores morales cada vez más escasos en esta era.
Los hechos narrados revelan la existencia de un grave problema social así como de percepción hacia la autoridad, donde los adultos ponen el mal ejemplo a niños y jóvenes, lo que implica urgentemente un trabajo colaborativo desde casa, desde las aulas donde como en antaño no solo agentes de educación vial visiten los centros educativos sino que policías, bomberos y otros servidores públicos convivan con los estudiantes y se enfatice la importancia del respeto y valor de los servidores públicos.
En el caso de los adultos, la credibilidad entre ciudadano y autoridad mantienen un vínculo frágil, debe y urge invertir en bodycams, es decir cámaras que se portan en el uniforme de manera que se tenga evidencia de la forma de actuar y conducirse tanto de quienes la portan como del resto de los involucrados en un suceso.
Redoblar esfuerzos en la defensa personal y tácticas de control para los agentes del orden debe ser parte obligada antes de permitir que los elementos salgan a la calle, los incidente filmados por particulares convergen en un punto: los ciudadanos agresores someten fácilmente a los policías.
Y por último y no menos importante es el trabajar en la mejora de la imagen de las autoridades como son los agentes del orden, lejos están los días en que desear ser policía y lograrlo era sinónimo de orgullo, en la actualidad la carrera policial es vista como mediocre. Trabajar en la mejora de imagen es una labor que únicamente dará frutos si se trabaja de manera integral con los puntos antes expuestos.
O se comienza a trabajar en estos puntos de mejora o de manera definitiva podemos despedirnos del efecto halo hacia las figuras de autoridad con uniforme.
Paseo Usumacinta s/n Esq Ayuntamiento. Col Gil y Sáenz, Villahermosa, Tabasco