¿Nos tomamos un café?

Casualmente está colaboración la escribo desde una cafetería; no es casualidad, es más bien maña y adicción, y es que sin duda el café es una de las bebidas más consumidas alrededor del mundo y su aroma es tan exquisito que induce a consumirlo. Para una gran mayoría las mañanas sin café son como un auto sin gasolina, con la diferencia de que hay quienes no se responsabilizan de lo que pueda pasar si se les increpa antes de haber tomado su primer café del día.

Sin embargo, mi intención con este tema no es inducirte al mundo cafetalero, ni mucho menos inducirte a este vicio, -aunque confieso que cuando de café se trata no me importa andar con mi bolsita de café al estilo del doctor Chapatín (si eres millenial, Wikipedia te dirá quién fue)-, mi objetivo es explicarte cómo el tomar café, té o cualquier otra bebida caliente puede ayudarte a salirte con la tuya.

Sí, leíste bien. Las bebidas calientes como el café tienen el efecto de generar confianza  no lo digo yo, detrás de esta afirmación hay trabajos de investigación que así lo corroboran.

Esto explica porqué cuando quedas con alguien para tomar un café, el momento se torna peculiarmente agradable y el chisme entre amigas sabe mejor.

Ahora, traslademos está experiencia al ámbito de los negocios, no es la ingesta de café propiamente lo que genera esa confiabilidad que se busca para cerrar un trato o formar un acuerdo, es el efecto reconfortante que producen las bebidas calientes lo que hace que el entorno sea propicio para ti, para tus clientes, tus colegas, en fin.

La memoria en este caso forma un elemento preponderante, te pondré un ejemplo: ¿A qué te recuerda una sopa caliente de pollo? La gran mayoría alude este recuerdo a la sensación de confort y alivio experimentada cuando su mamá lo preparaba para aliviar el resfriado.

En nuestra memoria a largo plazo solemos almacenar recuerdos muy parecidos, así que, imagínate en un centro comercial bien contento (a) tomando tu café junto con un postre, psicológicamente estás experimentando un momento tan agradable que si minutos después un vendedor te ofrece su producto, hay un gran porcentaje de probabilidades de que le compres lo que te ofrece porque ese shot de dopamina prácticamente te ha dejado “flojito (a) y cooperando” o dicho de un modo más apropiado, el confort que experimentas te hace percibir las cosas más positivamente y sin objeciones, neutralizado tus juicios de valor.

No obstante, como todo en la vida también es posible producir el efecto contrario, si quieres que prevalezca la razón y tus juicios no se vean influidos por las emociones, entonces las bebidas frías como los frappes y también los helados harán posible este efecto.

Ahora que ya sabes esto, siéntete seguro de utilizar tus nuevos conocimientos tanto en lo personal como en lo profesional para facilitar el logro de tus objetivos.