Con toda seguridad para cuando estés leyendo estas líneas te encontrarás ¡por fin! de vacaciones y sin duda, con mucho más tiempo para distracciones lo que incluirá muy posiblemente idas a centros comerciales, y como bien sabes “¡de la vista nace el amor” y puede que te pruebes una que otra prenda porque te encantó como se te ve y pues también, ¡qué caray, para eso trabajas!, para darte tus gustitos. Es precisamente aquí donde debemos poner atención.
¿Te has preguntado cuánto inviertes en tu imagen? No se trata de comprar ropa por el simple hecho de adquirir algo que te gustó, o de ir al estilista, maquillista, manicurista, etc., etc. Se trata de ser conscientes de que, primero, quieras o no tienes una imagen y que esta comunica algo, ser consciente de ello te da la ventaja social y profesional que requieres para abrirte paso en cualquier medio. Te voy a compartir la anécdota de una de las celebridades más importantes del cine nacional, la artista más completa, dotada de una sencillez y bellezas que le abrieron las puertas de un medio “difícil” como lo es el del espectáculo: Silvia Pinal, la última diva que nos queda de la época dorada de nuestro cine.
Ella proviene de una familia de clase media, que como ella misma ha contado, vivió muchos altibajos económicos, así que cuando incursionó en el medio artístico era perfectamente consciente de la importancia de relacionarse, de hacer amistades, mismas que a lo largo de su carrera le ayudarían convertirse en la primera actriz que es y será siempre. Desafortunadamente, sus ansías de libertad, por la estricta disciplina de su padre que fue militar, le impedían socializar y vivir con las libertades que deseaba, por ello optó por casarse con el también actor Rafael Banquells. Tenía 17 años para ese entonces y a los tres meses de casada ya estaba esperando a su primera hija. Lamentablemente, su matrimonio no fue lo que esperaba y su marido fue peor que su padre, esto sumado a la falta de empleo de Banquells, la convirtió en la única proveedora de su familia, teniendo prohibido gastar en nada que no fuera las cuentas del hogar. Desde luego, estas limitaciones perjudicaban a Silvia quien por su carrera debía asistir a fiestas y eventos de carácter laboral y la pregunta que irremediablemente le venía frecuentemente a la cabeza era: ¿qué me pongo? -nos suena familiar, verdad-.
Silvia sabía lo que hoy debes saber tú. Que necesitaba invertir en su imagen, y no le quedó otra opción que recurrir a las compras en abonos, ella misma los denominó así: ¡benditos abonos! que le permitieron vestirse apropiadamente, hasta que Rafael Banquells se enteró y acabaron los abonos para tener que confeccionarse ella misma sus vestidos con lo que tenía a su alcance.
No se trata de que por comprar ropa te generes deudas que más tarde que temprano te metan en problemas, se trata de invertir de manera inteligente. Saca provecho de tu tipo de cuerpo, es muy distinto que te digan ¡qué bonito esta tu vestido, tu camisa o tu traje! a que te elogien diciendo: ¡Qué bien luces! La ropa no te hace quien eres, eso depende de la percha. Tampoco se trata de comprar ropa de marca, por experiencia te puedo decir que ni estas se escapan de tener defectos en la hechura ni garantizan la durabilidad. Antes de comprar cerciórate de que las telas y los materiales resistan las lavadas y el paso del tiempo. Olvídate de comprar solo lo que está de moda, más tarde que temprano tu ropa quedará relegada en el closet porque ya no será tendencia. Sin embargo, hay prendas que siempre están vigentes.
Tampoco nos olvidemos del rostro, que es el centro de atención, busca cortes de cabello que sean acorde a tu forma de cara, eso hará resaltar mejor tu fisonomía y desde luego tu imagen.
Para Silvia Pinal la imagen exterior no era suficiente, sabía que debía prepararse y aprovechaba todas las oportunidades que se le presentaban, se capacitaba, y participaba en tantas actividades como podía, estudió canto, artes escénicas en el IMBA, incluso fue alumna de Carlos Pellicer.
Ahora que sabe un poco más de cómo trabajar en tu imagen, ¿cuánto estás dispuesto (a) a invertir en tu imagen?
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