La realidad virtual irrumpió de manera poderosa en el escenario electoral mundial de 2008, particularmente en Estados Unidos de Norte América, en los comicios donde resultó triunfador Barack Obama.
Los jóvenes de entonces iniciaron movimientos virtuales a través de páginas web, blogs y redes sociales, diseñando mensajes convincentes con cargas emocionales importantes que pronto colocaron al candidato del Partido Demócrata como el favorito sobre los otros candidatos, Jhon McCain del Partido Republicano y Ralph Nader, candidato independiente.
Algo parecido ocurrió en 2017 en Francia, cuando se alzó triunfante Emmanuel Macron, un político de apenas 40 años de edad, quien se vio cobijado por una estrategia muy importante en redes sociales.
En México, hace 6 años, las “benditas redes sociales” -frase acuñada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador- fueron importantes en el llamado que se hizo para masificar su discurso de izquierda y las aportaciones ciudadanas de entonces que dieron rienda suelta a la creatividad, hay que recordar cómo ayudó Tatiana Clouthier, identificada en ese entonces como La tía Tati, quien no dio tregua en el manejo de las redes posicionando a los Amlovers o también proyectando términos del propio candidato, como Riqui riquín, canallín.
Del 2008 a la fecha han transcurrido 16 años, las redes sociales han tenido una evolución galopante, se han diseñado diferentes formas de comunicar, proliferaron los “opinólogos”, surgieron las granjas de bots, los youtubers, el TikTok, Instagram, whatsApp, Facebook, twitter ahora X, entre otras diversas formas de acercarse virtualmente a la ciudadanía para informar, pero también desinformar.
En el proceso electoral de México en el 2024 para la elección de Presidente de la República Mexicana y de nueve gubernaturas, con los respectivos senadores y diputados locales y federales, esta nueva realidad tiene atrapados a los candidatos, es una realidad virtual envolvente. Ahora hay que crear contenidos para “conectar”, para lograr likes, corazones, comentarios favorables. La métrica de los encargados de esta área de la comunicación política emiten números fríos como cantidad de reacciones, cuántas vistas, número de seguidores y me gusta. Una métrica rara porque no importa si estás a favor o en contra, importa que leas, que comentes, compartas, porque representa cuántas personas fueron impactadas con el discurso.
Los curiosos que sólo quieren saber qué ocurre con los de enfrente, los que se enojan y se enfrascan en discusiones bizantinas, suelen ser quienes elevan “los números fríos” de quien presuntamente es su contrario ideológico.
Decíamos que los candidatos están atrapados en esta realidad virtual, no hay de otra, si quieres estar en el ánimo que mueve las redes sociales debes prestarte a la hilaridad, debes “conectar”, debes verte simpático (a), fraterno (a), la masa que visita la redes sociales y se alimenta de esta “información” no quiere minutos de ciencia, quiere escándalos, quiere ocurrencias.
No es fácil aceptar esta condición del comportamiento social de nuestros tiempos, aunque dicho sea de paso, sólo es una parte del electorado que no es suficiente para ganar una contienda, pero sí puede ayudar o afectar a todo candidato en sus resultados electorales.
Xóchitl Gálvez, la candidata del Frente Amplio por México, fue vista como un fenómeno en redes sociales porque la siguió un buen número de personas cuando circulaba en su bicicleta y ataviada de su casco tocó las puertas del Palacio de Gobierno federal; al paso de los días y al no tener más que ofrecer, el fenómeno se está desinflando, tiene buen número de seguidores pero gran parte de ellos son los curiosos que se asoman y la golpean.
A Samuel Ruiz, quien no completó ni una semana como candidato presidencial por Movimiento Ciudadano, le bastó ese tiempo para levantar el número de sus seguidores en redes sociales, ampliamente apoyado por su esposa Mariana Rodríguez Cantú de inmediato se posicionó, rebasó a Xóchitl y a la candidata de Morena Claudia Sheinbaum.
Las redes sociales son herramienta indispensable, se tiene que estar ahí y encontrar la manera de sostenerse con buenos números; en el caso de la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, es quizá en este renglón en donde deberá impulsar más su presencia y sus discursos breves, porque además de lo que cada candidato haga, los grupos de bots hacen lo suyo, los medios de comunicación y líderes de la comunicación también hacen su tarea en redes sociales, por ello es indispensable la creación de contenidos atractivos.
Esto apenas comienza, y las redes sociales serán el medio de difusión por excelencia, aquí es donde se librará una de las tantas batallas que tendrán los aspirantes en el camino por la búsqueda de la presidencia de México.
Paseo Usumacinta s/n Esq Ayuntamiento. Col Gil y Sáenz, Villahermosa, Tabasco