En la última semana, México ha sido testigo de dos eventos que han sacudido la opinión pública: la condena del influencer Rodolfo "Fofo" Márquez y la controversia en torno a la película "Emilia Pérez", protagonizada por Karla Sofía Gascón. Estos casos ponen de relieve la importancia crucial de que las figuras públicas cuenten con un equipo sólido de asesoría en imagen para manejar adecuadamente su reputación y las crisis que puedan surgir.
Rodolfo "Fofo" Márquez, conocido por su presencia en redes sociales, fue condenado a 17 años y 6 meses de prisión por el delito de feminicidio en grado de tentativa. El incidente ocurrió en febrero de 2024, cuando agredió violentamente a Edith N. en el estacionamiento de una plaza comercial en Naucalpan, Estado de México. Aunque desde abril del 2024 había sido apresado, estas últimas semanas resurgió el caso de este “influencer” que tuvo desde siempre claro, que a través de fomentar el odio para su persona, al mostrar su estilo de vida, y alardear de todos sus privilegios. Odio que le ha jugado en contra, cuando al golpear criminalmente a la señora Edith, se volcó en la exigencia de castigo contundente.
La falta de una asesoría adecuada en manejo de crisis y conducta pública pudo haber contribuido a la caída de Márquez. Un equipo de profesionales en imagen pública podría haberle orientado en la construcción de una reputación más sólida y en la prevención de comportamientos que derivaran en situaciones legales y sociales adversas.
Por otro lado, la película "Emilia Pérez", dirigida por Jacques Audiard, ha generado polémica a pesar de sus 13 nominaciones al Oscar. La trama, que aborda la transición de género de un líder de cartel mexicano, ha sido criticada por su representación de la violencia narco y la experiencia transgénero. Además, la protagonista, Karla Sofía Gascón, primera actriz trans nominada al Oscar, enfrentó críticas por publicaciones antiguas en redes sociales, lo que la llevó a disculparse públicamente.
Este caso subraya la necesidad de una gestión cuidadosa de la imagen pública, especialmente cuando se abordan temas sensibles. Una asesoría profesional podría haber anticipado las posibles reacciones y preparado estrategias para manejar la controversia, protegiendo tanto la reputación de la actriz como la recepción de la película. Pero no, la actriz transgénero y el director de la cinta instalados en su tremendo ego, han “aprovechado” todas las oportunidades que las entrevistas les han dado para hablar como “descocidos” y demostrarnos su ignorancia sobre nuestro país y sus monstruos internos.
Estos incidentes evidencian la importancia de que las figuras públicas cuenten con un equipo de asesoría en imagen que les ayude a navegar las complejidades de la opinión pública. Un asesor en imagen no solo se encarga de la apariencia física, sino que también trabaja en la comunicación efectiva, el manejo de crisis y la construcción de una reputación sólida y coherente.
En un mundo donde la información se difunde instantáneamente y las percepciones pueden cambiar en cuestión de segundos, una gestión adecuada de la imagen pública es esencial para mantener la credibilidad y el apoyo del público. Las figuras mediáticas deben ser conscientes de que cada acción y declaración tiene el potencial de impactar significativamente en su carrera y en la percepción pública.
Los casos de "Fofo" Márquez y Karla Sofía Gascón son recordatorios contundentes de la vulnerabilidad de las figuras públicas ante el escrutinio social y mediático. Contar con una asesoría profesional en imagen pública no es un lujo, sino una necesidad imperante para navegar con éxito en el complejo panorama de la opinión pública contemporánea.
La inversión en un equipo de asesoría en imagen puede marcar la diferencia entre una carrera exitosa y una reputación destruida. Es una lección que las figuras públicas deben tomar en serio para asegurar su permanencia y relevancia en el ámbito mediático.
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