Estamos en una época bien crucial. El ciclo escolar 2020 – 2021 por fin terminó, a pesar de todo lo increíble que pudo ser y de todas las tempestades que tuvieron que pasar docentes y entidades educativas se logró una vez más, con todo y pandemia terminar. Nos la aventamos en “línea” y nuestro presidente promete todos los días en la mañanera que el próximo será presencial.
Cosa que tiene a todas las instituciones vueltas de cabeza, intentando lograr tener todos los aditamentos y protocolos que se deben cubrir para recibir a los alumnos que, de nivel inicial y primaria y secundaria, regresan el próximo 30 de agosto. Para las escuelas oficiales esta muy, pero muy obscuro el panorama puesto que sabemos que en muchas ni agua tienen, y qué vamos a decir de jabón.
El tema oficial lo hemos tocado en algunas ocasiones, pero esta ocasión quiero hablar sobre el gran esfuerzo que muchas familias están haciendo por mandar mejor a sus hijos a una escuela particular, que pueda estar más organizada, más equipada y que pueda otorgar a sus hijos una educación adecuada, con metodologías actuales, sí, sí, ese e-learning y esa aula invertida, la merecen todos. Y sí, es un lujo, un súper lujo inscribir a un niño a un colegio particular y comprometerse a pagar colegiaturas mensuales en una economía tan debilitada como la que estamos viviendo.
Y es aquí donde quiero que tenga mucho cuidado. Porque hay muchas escuelas que abusan en precios de inscripción y colegiatura, sin otorgar el servicio correcto. Oiga porque no es fácil pagar por lo menos 4 mil pesos mensuales por niño, y estamos hablando que por lo menos hay dos en cada familia. Entonces obvio por favor, si usted esta en esas posibilidades pare bien las antenas y asegúrese de que la inversión va a ser correcta.
Exija conocer como se llevarán a cabo las sesiones, que tipo de instalaciones están ofreciendo y si ellos mismos están entendiendo los nuevos tiempos, porque por desgracia muchas veces solo se cuelgan de terminología que ven de moda pero que ni los propios directivos entiendes. Exija también, conocer quienes estarán al frente de las aulas, si los docentes están realmente capacitados, si cuentan con título profesional y certificaciones que los respalden en habilidades tecnológicas de aprendizaje, y ni se diga de quienes llevan la batuta, mire que he conocido a directores que cuando mucho, antes de poder llevar una dirección escolar, a lo más que se habían acercado en un puesto directivo era a ser directoras en Mary Kay, y ojo, no es que sea esto demeritorio, (no me mal entienda), solo que vender cosméticos, no es lo mismo que dirigir una escuela. Sea muy cauteloso por favor, ponga la educación de sus hijos en las manos correctas. No se sienta mal si cree ponerse muy quisquilloso, porque la realidad es, que hay gente sin escrúpulos que con tal de ahorrarse unos pesos y echárselos a sus bolsillos, contratan siempre lo más barato y por lo tanto, lo menos capacitado. Observe como es la rotación del personal de el colegio de sus retoños, eso puede hablar mucho del tipo de lugar para laborar que es.
La educación no es un juego y como dije antes, invertir en ella, implica mucho sacrificio, así que alerta con todo lo que gira en torno a ella. Estamos hablando del cimiento para las próximas generaciones.
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