domingo 20 diciembre 2020 3:31 PM
Redactor : Luis Olan
La petofilia la padecen, aquellos individuos cuyo excesivo apego a los animales les acarrea consecuencias negativas para ellas mismas o para sus seres queridos. Un claro ejemplo es cuando una persona publica en redes cientos de fotografías, videos de sus mascotas y hasta gastan lo que no tienen por los animales.
Hay quienes caen en la petofilia decepcionados por sus familiares o amigos y deciden refugiarse en el amor incondicional y sin problemas que solo pueden ofrecerles sus mascotas. En otras ocasiones, el vínculo se crea por la sensación de protección que proporcionan, por ejemplo, los perros.
El periodista norteamericano Jon Katz, uno de los expertos que más ha escrito sobre este comportamiento, recuerda que, como cualquier lazo sentimental, el cariño a los animales pasa a ser un problema cuando se convierte en adicción.
'Lo cierto es que es un trastorno que va a más, y está siendo fuertemente alimentado por algunos personajes famosos y la difusión que obtienen a través de Instagram, Facebook o Twitter', señala el articulista Luis Otero. Pero tratar a un animal como si fuera una persona o un miembro humano de la familia puede llegar a rozar la paranoia. Por supuesto que no es malo ni patológico querer a un animal, cuidarlo y mimarlo, pero convertirles en personas, vestirlos como muñecas, ponerles joyas o llevarles al spa es ridículo e innecesario. Personificarlos es robarles su verdadera naturaleza y faltarles al respeto.
Fuente:MuyInteresante/laor/Foto:Especial
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