lunes 13 julio 2020 2:31 PM
Redactor : Luis Olan
Regularmente cuando se sufre alguna lesión, recurrimos al agua oxigenada con el fin de desinfectar, sin embargo, a pesar de que contiene propiedades antisépticas, echarle a la herida no es nada conveniente.
¿Te has fijado en las burbujitas blancas que brotan de tu lesión en el momento en que viertes el agua oxigenada sobre ella?
Estas burbujas no son un síntoma de curación de la herida abierta o en carne viva y, de hecho, van acompañadas de un fuerte escozor. Lo que sucede cuando el agua oxigenada entra en contacto con ella es que, además de acabar con las bacterias, ataca asimismo a las células de la piel, lo que en realidad termina perjudicando al proceso de sanación en lugar de ayudar.
Las burbujas son el resultado del contacto del peróxido de hidrógeno con una enzima catalasa en el interior de las bacterias, lo que forma agua y oxígeno gaseoso, y esto mismo se reproduce en relación con las células de nuestro órgano más extenso.
Así que lo mejor, si sufres una herida que no sea grave, es que la limpies con agua y jabón –recuerda lavarte las manos antes de ponerte a ello– y puedes echarle suero fisiológico para arrastrar la suciedad. Tampoco soples, dado que esta práctica es fuente gérmenes.
Fuente:MuyInteresante/laor/Foto:Archivo
Paseo Usumacinta s/n Esq Ayuntamiento. Col Gil y Sáenz, Villahermosa, Tabasco