Imagina que vas caminado en una hermosa playa; todo es paz y tranquilidad; el clima está además genial. Te sientes feliz y sin preocupaciones pues hiciste tu presupuesto y sabes que puedes costearte las vacaciones. De repente, a la distancia, ves que un joven –que no conoces- te saluda y se empieza a acercar a ti. Ahora que está más cera, notas que es una persona que parece ser muy simpática y amigable. Viste una gran sonrisa, shorts y camisa de playa. Una vez que está frente a ti te extienda la mano y se presenta: “¡Hola, soy Luis! ¿Me podrías prestar dos millones de pesos, por favor, para comprarme un departamento?”
En este momento deberías de ver tu cara en el espejo; estoy seguro que estás sacado de onda con la petición de Luis.
Luis continúa: “Fíjate que gano como unos 25 mil pesos al mes, soy buena onda, y te prometo que no te voy a fallar con los pagos.” Quienes hemos prestado dinero a un familiar o a un amigo sabemos que a veces las personas que deberían de ser las de mayor confianza a veces quedan mal… ¿Te late confiar tu dinero a Luis, un extraño? ¿Y si el dinero que le fueras a prestar no fuera tuyo; te sentirías menos cómodo?
El riesgo en esta solicitud de crédito es que Luis es un completo desconocido. De entrada hay muchas interrogantes: ¿Luis se llama realmente así? ¿Qué edad tiene Luis? ¿Dónde vive Luis? ¿Luis trabaja y, de ser así, realmente gana los 25 mil pesos? ¿Luis tendrá capacidad económica suficiente para absorber otro compromiso crediticio? Si Luis tiene créditos, ¿los pagará en tiempo y forma como dice? ¿Luis habrá generado quebrantos en el pasado o habrá hecho fraudes? Píenselo… ¿le darías crédito a Luis con todas estas interrogantes sin resolver? Parece poco probable... A menos claro que usted sea una empresa que otorgue crédito y, con el permiso de Luis, pueda acceder a su Reporte de Crédito y, de una vez, a su Mi Score crediticio (puntuación que predice la probabilidad de pago), para quitarse de incertidumbres y tomar una decisión de otorgamiento de crédito informada, tomando en cuenta su propio modelo de negocios y de tolerancia al riesgo; eso está padre, ¡problema resuelto! Para poder prestar sin dificultades se necesita información completa y de calidad que genere confianza.
Para Luis estar en Buró de Crédito también está padre pues a través de su Reporte de Crédito ha logrado conquistar al otorgante de crédito. ¿Y si Luis no tuviera uno y no pudiera comprobar sus ingresos? Ah, entonces el otorgante de crédito podría consultar el Score No Hit de Buró de Crédito (que predice la probabilidad de pago de alguien que no posee un Reporte de Crédito o de alguien que tiene menos de seis meses de experiencias crediticias) y apoyarse también en el Estimador de Ingresos cuya función se explica por su nombre.
Buró de Crédito ayuda entonces a las personas, a las personas físicas con actividad empresarial y a las personas morales a obtener, con mayor facilidad, los créditos que requieren. Los acreditados serán responsables de sus decisiones crediticias para embellecer o no su Reporte de Crédito y lograr un Mi Score alto o bajo. Su buen comportamiento en el uso y pago de sus créditos seguramente les traerán buenas noticias, pues probablemente obtendrán mejores créditos por poder probar con su Reporte de Crédito y Mi Score que son de confianza. Y si alguno hubiese metido la pata en el pasado, siempre pueden regresar al buen camino para reconstruir la confianza con buenas decisiones pues el Reporte de Crédito se actualiza.
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