Hace unos días, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan México, una estrategia que busca detonar el desarrollo económico del país a través de una visión integral que incluye inversiones públicas y privadas, impulso a la infraestructura, fortalecimiento de sectores estratégicos y transición energética. Este plan, aunque prometedor, también enfrenta desafíos significativos que debemos analizar para entender si realmente será un motor para la reactivación económica que tanto necesitamos o si quedará atrapado entre buenas intenciones y ejecución limitada.
Como economista y presidenta de Nación Incluyente, celebro que el Plan México aborda temas clave como el desarrollo sostenible, la generación de empleos y la competitividad. Sin embargo, su éxito dependerá, en gran medida, de su implementación y del papel que jueguen actores clave como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que por cierto, anunció en días pasados que mi querido amigo Francisco Cervantes Díaz a quien conozco desde hace muchos años seguirá al frente de esta relevante organización empresarial.
¿Por qué el CCE será un actor fundamental en este proceso? Porque agrupa a los principales sectores empresariales del país, representados por sus cámaras como COPARMEX, quien desde el 1 de enero estrena presidente con Juan José Sierra Álvarez, CONCAMIN, CONCANACO, CAINTRA, ANTAD y otros, además tiene la capacidad de influir tanto en la atracción de inversión como en la construcción de políticas públicas que sean viables para los empresarios. Su participación en el Plan México liderada con la experiencia de Francisco Cervantes podría garantizar que las propuestas sean ejecutables y que las condiciones para el sector privado sean favorables.
No obstante, para que esta colaboración funcione, el reto para la presidenta Sheinbaum y el CCE será construir un puente, un diálogo permanente entre el gobierno y los empresarios. Aunque el Plan México promete inversiones millonarias y una estrategia multisectorial, hay puntos que podrían limitar su impacto y aquí se los comparto:
1. Falta de claridad en el financiamiento: Aunque se han anunciado cifras ambiciosas, aún no está claro cómo se garantizarán los recursos. Gran parte de este plan depende de atraer capital privado y de la ejecución de obras públicas. Sin un esquema financiero robusto y transparente, los riesgos de endeudamiento o retrasos podrían ser significativos.
2. Burocracia y corrupción: México enfrenta problemas históricos de corrupción y una burocracia que ralentiza la ejecución de proyectos. Si no se toman medidas concretas para agilizar procesos y garantizar la rendición de cuentas, este plan podría convertirse en otro proyecto fallido.
3. Concentración de proyectos en ciertas regiones: Aunque se habla de un desarrollo incluyente, muchos proyectos de infraestructura tienden a concentrarse en el centro y sur del país. Es vital garantizar que las inversiones lleguen también a las regiones más rezagadas, como el norte fronterizo y los estados del Pacífico.
4. Impacto ambiental: El énfasis en la infraestructura y los sectores estratégicos debe ir acompañado de una política ambiental sólida y transición energética.
5. Dudas sobre su capacidad de generar crecimiento sostenido: Sin reformas estructurales en temas fiscales, fomento al emprendimiento y Estado de derecho, el impacto podría ser limitado.
Desde Nación Incluyente, creemos que el Plan México es un paso en la dirección correcta, pero será necesario fortalecer el diálogo entre todos los sectores para que esta estrategia no sólo beneficie a unos cuantos y haga más grandes las brechas de desigualdad, sino que impulse un desarrollo económico incluyente.
En próximas semanas presentaremos nuestro Índice Nacional de Desarrollo Inclusivo en mi casa editorial, el auditorio del periódico El Economista e invitaremos al secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón a presentar de viva voz con los economistas, empresarios, legisladores, funcionarios, estudiantes y organizaciones de la sociedad civil más a fondo esta propuesta. Deseo por el bien de México que se puedan sortear los obstáculos históricos de nuestro país para convertir este plan en una realidad.
@PerezSoraya
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