Cada que inicia una nueva administración la expectativa aumenta sobre el anuncio de quienes guiarán las distintas áreas de política pública pues es un elemento para generar confianza o preocupación. Primero, celebro que la mitad del gabinete sean mujeres, con esto Claudia Sheinbaum podría convertirse en la primera presidente en la historia de nuestro país que cumple con el principio constitucional de paridad total. Ahora, sobre el perfil de los destapados sin duda habrá más experiencia y voluntad que el “sexenio perdido” de mi paisano AMLO, y eso también debe aplaudirse.
Como diputada federal y local pude vivir en carne propia, como secretarios y subsecretarios brillaban por su ausencia, un gabinete ampliado cuyos titulares cambiaban constantemente por acuerdos políticos y con ello, el resto del servicio público. Todo esto provocó hacia el interior del gobierno una parálisis de la gobernanza, más corrupción y cerrazón hacia la ciudadanía, y por supuesto, la percepción generalizada de que en el gobierno se llega a robar no a trabajar.
Un estudio de México ¿Cómo vamos? menciona que uno de los problemas más graves de nuestro país en 2024 es la degradación del servicio público; cito “se ha dado prioridad a gente sin experiencia y sin pericia que esté a la altura de los retos que México enfrenta”. Estos 6 años han servido para evaluar y señalar con cifras a quienes tomaron las riendas del país, y habrá tiempo para hacerlo con el gabinete de la Dra. Claudia Sheinbaum.
Hay dos de los nombramientos que llamaron mucho mi atención. Reconozcamos que llevan seis años construyendo una Refinería que no refina por capricho presidencial y la producción petrolera no alcanzó los niveles que prometieron. Por eso cuando designan a Luz Elena González como Secretaría de Energía, tabasqueña y contemporánea que sabe lo que significa la energía para el sureste, además con probada experiencia financiera, percibo posibilidades reales de un cambio de rumbo en la política energética; para que sea menos ideológica y así poder contar con este sector para que de nuevo contribuya al desarrollo económico de México.
También, leí con atención en redes sociales las preocupaciones de miles de ciudadanos y organizaciones por el nombramiento del Presidente de MORENA al frente de la Secretaría de Educación; sin embargo, tiene mi voto de confianza; porque más allá de filias y fobias partidistas, Mario Delgado Carrillo, es colega economista, fue compañero Diputado Federal en la LXIV Legislatura y siempre generó consensos.
Frente a todos en el pleno, sin importarle que la proponente fuera una priista, se adhirió a mi iniciativa de crear un Consejo Fiscal de la Federación, sí, en ese momento era la única legisladora de oposición en la tierra del presidente, y Mario se convenció de la importancia de crear un órgano técnico del más alto nivel para tomar mejores decisiones de política económica. Él, su equipo técnico de asesores como la economista Graciela Báez, actualmente Secretaria General de la Cámara de Diputados y varios legisladores arrastramos el lápiz, y después de un consenso esta iniciativa se aprobó.
La educación tiene grandes retos. México es el tercer país peor evaluado de la OCDE en Matemáticas y Comprensión Lectora, y tenemos el peor puntaje en Ciencia. En Matemáticas, México retrocedió más de 20 años. Se dice que no habrá prueba PISA en 2025 para no hacer público lo mal que estamos porque la “nueva escuela mexicana” es un fracaso. En la era del conocimiento y la inteligencia artificial, no podemos prescindir de una visión renovada de la educación en México, dicen que Morena nos quiere ignorantes, pero confío que sabrán entender que la Educación es la única herramienta que puede romper lo lamentables ciclos de pobreza que existen.
Mi mayor deseo es que a México le vaya bien y considero que todos desde nuestra trinchera debemos aportar. Ahora, es el momento de confiar, ya vendrán los tiempos de señalar.
@PerezSoraya
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