La enorme desigualdad que existe en México es la agenda pendiente del Gobierno Federal. Como economista, estoy convencida que la única forma de corregir este problema es a través de la inclusión económica y la participación ciudadana. Con eso en mente es que año con año Nación Incluyente, asociación civil que me honro en presidir, busca poner a disposición de autoridades federales, estatales y municipales las herramientas necesarias para impulsar políticas públicas que disminuyan las brechas de desigualdad, combatan las injusticias y aseguren el crecimiento económico inclusivo.
Para ello creamos el Índice Nacional de Desarrollo Inclusivo (INDI), una herramienta que presenta el avance del progreso económico sostenido e inclusivo entre las entidades federativas en México. En su edición más reciente de 2019, el INDI concluyó que las 3 entidades con mayor inclusión en nuestro país fueron Colima, Querétaro y Aguascalientes, mientras que los peores calificados fueron Tabasco, Guerrero y Chiapas.
Dichos resultados también dejaron ver que existen correlaciones directas entre el nivel de inclusión y el nivel de bienestar de los ciudadanos de cada estado. Asimismo, el INDI ha demostrado que una distribución más equitativa de la riqueza que se genera y menores niveles de pobreza están asociadas con niveles de inclusión más altos.
Cabe mencionar que una de las principales preocupaciones para todos los que formamos parte de Nación Incluyente es poder cuantificar la confianza de la población en sus representantes políticos y en sus instituciones. Para ello, utilizamos el pilar de Ética Política y Empresarial; que retoma la información de variables como: 1) Tasa de incidencia de corrupción, 2) Tasa de denuncias por actos corruptos, 3) Confianza pública en los políticos, y 4) Percepción de la corrupción como acto cotidiano, entre otras.
En este punto, puedo adelantarles algunos resultados de 2020, el estado de Yucatán destacó por ser la entidad donde los ciudadanos se sienten mayor cercanía y confianza con sus representantes, mientras que la Ciudad de México se posicionó en el último lugar, dando a entender que, en la capital de nuestro país, la corrupción ha sido normalizada y forma parte de la vida cotidiana.
En aras de poder conocer las opiniones de expertos sobre qué es lo que se tiene que hacer, desde el nivel municipal, para fomentar la confianza y las mejores prácticas en materia de anticorrupción y ética política, la semana pasada, Nación Incluyente sostuvo su primer seminario en línea en colaboración con integrantes de la OCDE, la CONAMM, el FLACMA y el Gobierno del Estado de México. De las muchas conclusiones alcanzadas en este espacio, hay 3 que quisiera destacar: 1) la forma más rápida de avanzar es a través de los Sistemas anticorrupción locales, lamentablemente no todas las entidades federativas tienen interés de implementarlos; 2) la participación ciudadana debe ser un aliado permanente en el diseño e implementación de políticas públicas encaminadas a alcanzar una cultura de integridad pública y 3) se debe contar con servidores públicos capacitados y certificados en las mejores prácticas de transparencia y rendición de cuentas, ya que, sólo así se pueden disminuir los índices de desconfianza que limitan el desarrollo inclusivo.
En las próximas semanas, Nación Incluyente A.C. estará publicando los resultados del INDI 2020 a través de nuestra página de Internet (www.nacionincluyente.org), mismos que los invito a consultar para que podamos seguir trabajando juntos por el México incluyente que todos nos merecemos.
@PerezSoraya
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