No hay conflicto armado en Venezuela, como sí lo hay en Siria, pero el efecto previsible es el mismo: en Venezuela se producirá una migración masiva sin control que afectará a toda América Latina.
La intransigencia de maduro al no reconocer que el país se le está saliendo de control y está sufriendo una crisis económica y humanitaria, generará ese éxodo que impactará primeramente a los países vecinos y aunque México esté a la distancia, se verá seriamente afectado.
Estados Unidos se prepara para cerrar el paso a los migrantes y empezará a reconstruir su muro en nuestra frontera, el cual es posible se convierta en un tapón que deje atrapado a quien haga un viaje esperando iniciar una nueva vida en Norteamérica, con lo cual, aumentaremos la problemática migrante con gente indocumentada.
Venezuela no es un país pequeño, puesto que tiene poco más de 32 millones de habitantes.
Si Siria, con sólo 17.5 millones de habitantes ha generado un alto impacto en Europa a partir de su crisis humanitaria, Venezuela con casi el doble de población, puede tener mayores repercusiones.
El conflicto en Siria empezó en marzo del 2011 con manifestaciones pacíficas en contra del desempleo, corrupción y falta de libertades políticas. El dictador Al Assad, igual que como hoy reacciona Maduro, mandó al ejército a las calles a reprimir el descontento.
Siria, igual que Venezuela, es una potencia petrolera en lo relativo a extracción de crudo y posee en su subsuelo la tercera parte de las reservas petroleras y de gas del mundo. Pronto se introdujeron grupos armados que empezaron a enfrentar al gobierno y países como Irán, Turquía, Rusia e incluso en algo participó Estados Unidos, dieron una dimensión mayor a este conflicto interno.
A seis años de distancia, Siria se ha convertido en un polvorín que amenaza la estabilidad social y política de Europa y está generando una crisis humanitaria que estimula el éxodo sobe Europa.
Venezuela, gobernada por un dictador que ha sumido a su país en la carestía, donde son insuficientes los víveres para la alimentación básica de la población y hay desabasto de medicinas, parece repetir la fórmula de Siria.
¿Cuánto tempo pasará para que se den las condiciones para que intervengan otros países para sacar beneficios de la reserva petrolera de Venezuela y creen una guerra civil interna?
Este contexto es sumamente preocupante y más aún que el éxodo, igual que en Siria, se enfilará hacia el norte en busca de las potencias económicas.
Estados Unidos seguro impedirá el paso hacia ese país y Canadá y los migrantes quedarán varados en México, viviendo una crisis humanitaria descomunal.
Debemos entender que este es el riesgo del Siglo XXI, caracterizado por la globalización y con ella las grandes facilidades para la movilización de personas. Es un fenómeno social propio de nuestra época.
Ante este escenario, de un impacto directo, México debe exigir a la ONU como organismo representante de la comunidad internacional, una acción más drástica.
Debe exigir y presionar a Maduro para que renuncie de inmediato y se respete la voluntad popular dentro del modelo democrático.
Además, habrá que estar conscientes de que después de la solución política en Venezuela, los países de toda la región, deberán aportar recursos para revertir el desastre económico en que quedó Venezuela a partir de Chávez y Maduro
A partir de los posibles riesgos de desestabilización de América, que serían provocados por la represión de Maduro sobre el pueblo venezolano, es que México, aún sin ser el país perfecto que todos deseamos tener, adquiere autoridad moral para liderar ante la comunidad internacional, un movimiento político para exigir a Maduro asuma la responsabilidad histórica que enfrenta. Su gobierno ya no tiene viabilidad.
¿Usted cómo lo ve?
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