El uso faccioso del poder y el fantasma del autoritarismo

Muy grave que el presidente de la República utilice la fuerza del Estado de manera facciosa para intimidar al poder judicial.

Contexto:

El pasado jueves un juez federal otorgó una suspensión provisional para detener la entrada en vigor de la Ley de la Industria Eléctrica, este acto es facultad y obligación (en caso de haber argumentos técnicos y jurídicos) del Poder Judicial.

Ante esta acción, el presidente arremetió en contra de dicho amparo y pidió investigar al juez. El presidente como cualquier otro mexicano puede interponer un recurso de revisión, lo que no puede es usar el poder y la fuerza del Estado para intimidar o amedrentar al Poder Judicial. Eso atenta en contra de la autonomía de los poderes y altera el Estado de Derecho.

Una democracia funciona sí y solo sí la sociedad asume su papel y ejerce el mandato que le otorga y concede la propia Constitución sobre sus gobernantes.

Argumentos:

1.- La aplicación del Estado de Derecho no está sujeta a los caprichos del Ejecutivo.

2.- Conceder la suspensión provisional del acto reclamado en un juicio de amparo, es parte de lo que establece el artículo 103 de la Constitución y la propia ley de amparo.

3.- La autonomía del Poder Judicial debe de prevalecer, es un órgano que tiene el mismo nivel y valor al que representa el ejecutivo.

4.- Amenazar a un juez por cumplir con su trabajo es una forma de intimidación que debe ser severamente rechazada.

5.- En el marco de la justicia constitucional existen en la propia ley de amparo recursos para inconformarse por el exceso o el defecto en el otorgamiento de la suspensión provisional del acto reclamado.

6.- El juicio de amparo, también conocido como juicio de garantías, es uno de los instrumentos jurídicos procesales más socorridos para combatir leyes o actos que sean contrarias a la Constitución.

7.- El Ejecutivo debe abstenerse de utilizar la fuerza del Estado para intimidar al Poder Judicial y buscar inhibir la aplicación del Estado de Derecho, de lo contrario estaríamos ante un ataque a las instituciones democráticas que tanto trabajo nos ha costado construir.

8.- La impartición de justicia no está sujeta a los caprichos o a la voluntad de aquellos que no les beneficia el resultado del fallo.

Por estas razones es imperante y es obligación de la sociedad exigir al presidente que respete la autonomía del Poder Judicial, de lo contrario nos convertiríamos en cómplices de nuestra propia tragedia.

Este texto incluye argumentos del Doctor en Derecho Luis Alberto Martín Capistrán.

#AsiNoPresidente