No hay una historia del mundo ni de un país, sino tantas historias como historiadores.
La mayoría de hechos históricos están influenciados por tendencias políticas, ideologías, religiones y creencias.
La dictadura de Porfirio Díaz de 1978 a 1911 fue una época nefasta para los mexicanos, con ausencia de libertades, y para otros, cuando se consolidó México como país y se elevaron los niveles de vida de la mayoría de los mexicanos.
En un país libre y democrático cada quien tiene derecho a juzgar la historia de México como quiera, aunque en México durante varias épocas ha predominado la historia oficial sobre la real.
Uno de los instrumentos para difundir la historia que le guste al Presidente en turno son los libros de texto gratuitos, donde aprenden historia de México millones de niños.
Nos preguntamos ¿Cómo pasará a la historia el sexenio de Andrés Manuel López Obrador? como un gobierno que avanzó o retrocedió, que hubo más o menos libertades.
La economía ¿avanzó o retrocedió?
El Producto promedio por habitante ¿aumentó o bajó?
La deuda externa ¿se incrementó o disminuyó?
La pobreza extrema ¿creció o se redujo?
Los homicidios por cada 100 mil habitantes, ¿aumentaron o bajaron?
El desempleo ¿se redujo o aumentó?
Las pérdidas de empresas estatales ¿crecieron o se redujeron?
El déficit presupuestal, ¿creció o disminuyó?
La desigualdad ¿aumentó o disminuyó?
Los millones gastados sin destino claro, ¿fueron más o menos que en sexenios anteriores?
El organismo independiente para juzgar las elecciones, el INE, ¿lo debilitaron o fortalecieron?
Toma en cuenta el gobierno de la 4T, los señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación, que dejan claro las desviaciones en empresas estatales por más de 32 mil millones de pesos.
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