Inició Sheinbaum: Con “a” de presidenta

Podemos empezar por el final del primer mensaje de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo: "soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos… No les voy a defraudar". Con estas afirmaciones, la presidenta de México se identificó con  los ciudadanos de este país. -Soy como ustedes-, dijo, estableciendo así una conexión directa entre gobierno y sociedad.  

Pero especialmente levantó la voz para hacerse oír en el México de hombres que desde hace 200 años venían gobernando, y pidió ser llamada presidenta con ¨a¨, porque "sólo lo que se nombra, existe", y luego, en una búsqueda por impulsar el empoderamiento de todas las mujeres también demandó usar los términos: abogadas, científicas, soldadas, bomberas, doctoras, ingenieras.

Dijo también que no llegaba sola sino con todas las mujerese hizo un reconocimiento a las heroínas anónimas, a las invisibles, a las indígenas, a las trabajadoras del hogar, porque a partir de ahora las mujeres saben que pueden ser presidentas, cambiando así la versión de que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres.

La figura emblemática como diputada presidenta del Pleno legislativo de Efigenia Martínez Hernández, luchadora social, académica y líder de la izquierda mexicana, dio un toque especial a esta ceremonia por demás significativa, se reivindica a la mujer, así como a la lucha en contra del régimen neoliberal, y  por si fuera poco, queda la histórica fotografía de estar flanqueada por un mandatario que se retira con cerca del 70 por ciento de aprobación a su gestión gubernamental y una presidenta que llega con el 60 por ciento del voto ciudadano.

Durante su discurso, Claudia Sheinbaum hizo énfasis en que la historia y el pueblo ya juzgaron -favorablemente- a López Obrador: ¨….hoy lo decimos con certeza y sin temor a equivocarnos, la historia y el pueblo lo ha juzgado. Andrés Manuel López Obrador: uno de los grandes, el dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna, el que inició la revolución pacífica de la Cuarta Transformación¨.

Con vítores intercalados de “es un honor estar con Obrador” y “es un honor estar con Claudia hoy”, la mayoría de los diputados y senadores secundaron las palabras que la mandataria dedicó al expresidente y con las cuales trazó la continuidad sin fisuras del gobierno de izquierda, o el también llamado segundo piso de la Cuarta Transformación.

El no ruido también hace ruido. ¿Qué pasó con la oposición? ¿Dónde estuvo? Acaso entendieron lo minúsculo que son y por eso dejaron que la ceremonia de toma de protesta de la nueva presidenta fuera impecable. Quizá midieron las consecuencias históricas que podría traerles el denostar a la primera mujer presidenta de México. Ellos sabrán, pero esta vez la oposición calló. Un barco a la deriva sin timón, rumbo ni capitán.

En la segunda parte de su discurso Sheinbaum enlistó los fundamentos que marcarán su gobierno, entrelazando su visión personal con principios juaristas y del propio Andrés Manuel López Obrador.

• Prosperidad compartida, con frase de Juárez: "no puede haber gobierno rico con pueblo pobre".

• Austeridad republicana.

• Honestidad para dar resultados.

• La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

• Prohibido prohibir.

• Cuidado del medio ambiente, con políticas de transición energética.

• Mujeres, con derecho a la igualdad sustantiva. "Mujeres se coordinan, no se subordinan".

• Libertades como principio democrático.

• Condena al clasismo, racismo, machismo y cualquier forma de discriminación.

• No al autoritarismo.

Mención especial en su discurso fue la Reforma al Poder Judicial, y ante la presencia de la ministra presidenta Norma Piña Hernández, dijo que el Poder Judicial tendrá más autonomía e independencia, y que en esencia lo que se busca es que se acabe la corrupción en dicho poder.  Asimismo, dijo que los derechos y salarios de los trabajadores del Poder Judicial estaban totalmente salvaguardados.

Claudia Sheinbaum inicia su gobierno con un importante respaldo social, sus primeras acciones mandan señales de esperanza y sensibilidad humanista mientras el fantasma de la derecha recorre Europa y América del Sur, pero   habría que verla actuar en un contexto internacional convulso, amenazado por una guerra a gran escala y con potencias enfrentadas por el dominio del mercado mundial y las repercusiones del calentamiento global.