El libro Izquierda 1923-2023: la terca travesía, de los periodistas Álvaro Delgado Gómez y Alejandro Páez Varela, contiene dos ideas centrales: en “una izquierda que se justifica en la profunda desigualdad y en deseos de revertirla, de acabarla”, y en que “la izquierda mexicana no es producto de la generación espontánea, sino de la resistencia”. A partir del anhelo de igualdad y de resistir frente al atropello, la izquierda mexicana perseveró hasta convertirse en hegemónica, como lo es desde el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y el segundo piso de la 4T con Claudia Sheinbaum.
Con investigación histórica minuciosa, más un tono narrativo claro, esta obra se lee con fluidez y aporta un contexto vital para comprender de dónde vino la izquierda en México y hacia dónde va. El libro traza memorias del futuro. También invita a reflexiones regionales que esperan a investigadores osados. ¿Qué tal un tomo sobre la izquierda social en el sureste? Delgado y Páez propician interrogantes con su trabajo histórico periodístico.
La izquierda, durante mucho tiempo, fue fantasma tenue en la República. En el porfiriato de afrancesamiento de las élites, la izquierda se asomó con el periodismo floresmagonista a la discusión social en pro de la igualdad. En ese tiempo de pedigrí conservador (1885-1905), hablar de justicia social era levantar polvo para persecuciones que terminaban en el exilio. De hecho, en enero de 1923, desde EE.UU. los restos de Ricardo Flores Magón retornaron en tren a México, imagen poderosa que inicia La terca travesía: un muerto invencible por su anhelo de igualdad.
En el siglo XX, la izquierda organizó sindicatos. Había regiones de poco desarrollo económico, con obreros y campesinos sin formación política. Se necesitaban horas de brega solidaria. El pensamiento de izquierda cobró forma en México desde el terreno de la praxis: travesía festiva y valerosa de transformación, siguiendo la experiencia italiana y española.
Luego de dos triunfos contundentes en elecciones presidenciales, en 2024 suenan lejanos los tiempos de la izquierda clandestina. Ferrocarrileros, médicos, estudiantes, maestros, mineros, camioneros y pescadores de otras épocas, escucharían asombrados las conferencias de un presidente que reivindica la izquierda social. El partido-movimiento que llevó a AMLO a la victoria en 2018 surgió de una lucha cultural heroica, aunque sin grandilocuencia, con trabajo hormiga multiplicado. Se logró así lo improbable: el ejercicio del poder con sentido popular.
Carlos Monsiváis planteó el contexto social en el que se movía la izquierda para ser opción de gobierno: “este país no sólo pertenece a la derecha. Este país es de derecha”. La izquierda fue vista con desconfianza por la clase empresarial de México. Esa desconfianza permanece en 2024. No aprueban una izquierda/gobierno de mirada crítica a los privilegios, ‘porque se altera la distribución de la riqueza y el reparto del pastel’.
¿Cómo proseguir el sueño de igualdad? Que la izquierda resista el humo del poder y no cambie su visión de justicia social. También, la izquierda debe ver más allá de la coyuntura. No fue por oportunistas que los hermanos Flores Magón rechazaron integrarse al gabinete de Madero. Decidieron con principios éticos. Tampoco Lázaro Cárdenas decidió con visión de corto plazo la expropiación de empresas petroleras en suelo mexicano. Fue acto de responsabilidad social con visión de izquierda comunitaria. Otros ejemplos: los líderes ferrocarrileros y campesinos de mediados del siglo XX, Demetrio Vallejo y Ramón Jaramillo, fueron valiosos no por ganar elecciones y pensar a corto plazo, sino por ganar dignidad para miles de personas que en sus trabajos querían mejores condiciones ante un sistema autoritario que ni representación política les permitía. Sus luchas, precarias en recursos, reflejaban una ética a prueba de corrupción. He ahí otra lección de resistencia.
Y finalmente, si vemos con lentes éticos el Movimiento estudiantil del 68 y la sociedad civil que emergió del terremoto de 1985, notamos que lo mejor de la izquierda mexicana es su vertiente social: cercanía con los problemas de la comunidad. Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela, con un recorrido histórico entrañable, abren paso al futuro con memoria.
El próximo sábado 24 de agosto los periodistas estarán en Villahermosa para presentar su libro “Izquierda .1923-2023. La terca travesía" el evento se llevará a cabo en el Auditorio del Centro Internacional de Vinculación y Enseñanza, Zona de la Cultura de la UJAT, a las 11:00 horas.
Paseo Usumacinta s/n Esq Ayuntamiento. Col Gil y Sáenz, Villahermosa, Tabasco
