Kamala efecto México

En política, rectificar significa repunte o hundimiento en la disputa por el poder. La actualidad estadounidense, con repercusiones para México, tiene combinación significativa: encrucijada con cambio de jinete. ¿Habrá en Estados Unidos, como en México, una mujer que por primera vez llegue a la Presidencia? Veamos el contexto de esta situación.     

Fue crónica de una renuncia anunciada: el domingo 21 de julio, por mensaje en redes sociales, el presidente Joe Biden informó que no buscará su reelección. A 4 meses de la elección presidencial (noviembre), el Partido Demócrata perfila a la vicepresidenta Kamala Harris, de ascendencia africana y asiática, como la rival del rijoso Donald Trump, nominado ya por el Partido Republicano. Estados Unidos tendrá una contienda electoral intensa, en la que Trump aparece con pequeña ventaja en las encuestas: 2 puntos porcentuales. Empate técnico, por el margen de error. 

El adiós de Biden se aceleró por incoherencias verbales y titubeos en el debate con Trump del jueves 27 de junio. Biden naufragó en otros eventos: su memoria erosionada lo hizo nombrar ‘vicepresidenta Trump’ a Kamala Harris. La presión política para su renuncia creció en el Partido Demócrata. Se pronunciaron los expresidentes Barack Obama y William Clinton. Para colmo, Biden se contagió de Covid-19 y tuvo reclusión forzada. Era cuestión de días su adiós.       

El suavecito Trump, sentenciado en juicio por soborno para ocultar su affaire sexual, no muestra respeto por las mujeres. Misoginia evidente, declaró que “vencer a Kamala será más fácil que ganarle a Biden”. No es mera propaganda: ¿cómo se comportará Trump en los debates contra Harris, mujer de perfil multicultural?, ¿cómo se comportaría, si gana, frente a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum? La postura conservadora de Trump frente al aborto lo delata: quiere echar para atrás una ley federal de hace 50 años que empoderó a las mujeres en decisiones sobre concebir o no y el cuidado de su cuerpo. Kamala Harris, por su parte, destaca en la defensa del derecho al aborto, tema que preocupa entre votantes jóvenes y los demócratas más liberales. Además, Harris trabajó como Fiscal (California 2010) y declaró en su primer acto de campaña en pos de la nominación demócrata: “conozco a los políticos como Trump, que hacen trampa con sus propias reglas”. El tema ‘política y legalidad’ será vital en esta contienda. Trump, además de una sentencia, enfrenta dos juicios pendientes por delitos electorales. Obtuvo la suspensión de los juicios, aunque de todos modos esos problemas legales pesan en su imagen pública y pueden restarle votos. Nunca en la historia se había presentado en Estados Unidos un candidato presidencial con antecedentes penales.       

“Haré todo lo que esté en mis manos para unir al Partido Demócrata y a nuestra nación para derrotar a Donald Trump”, dijo Kamala Harris, de 59 años de edad, abogada de profesión, que visitó México en dos ocasiones por temáticas de seguridad y migración. Contemporánea de Claudia Sheinbaum (62 años de edad), Harris surge con fuerza en la escena pública y tiene una lucha contra reloj, al mismo tiempo que una oportunidad histórica: convertirse en la primera mujer que despacha en la Casa Blanca. Este escenario permite comparaciones entre Harris y Sheinbaum: la preparación académica con sentido social, el compromiso político hacia grupos de población desprotegidos, la activación de estrategias para mejorar calidad de vida y el medioambiente, la comprensión del rol de la mujer en la sociedad contemporánea. Desde luego, el escenario de la relación bilateral México-Estados Unidos cambiaría radicalmente, según quien triunfe en la elección de noviembre. Trump advirtió que cerraría la frontera con México, para frenar la migración. Sin comentarios. Kamala actuaría de otra manera.

Más indicios: por descalificaciones de Trump al excanciller Marcelo Ebrard -nombrado ahora secretario de Economía-, Sheinbaum tuvo respuesta firme en defensa de México y su soberanía. Vienen días agitados, que –sin injerencismo- probablemente incluyan un acercamiento estratégico Claudia-Kamala. A veces, en política existe conexión entre destino y fortuna. ¿Será éste el caso? Frente al desbocado Trump, es deseable.