En México es más peligroso investigar un crimen que cometerlo: John Gibler
En agosto del 2010 Centroamérica y México se estremecieron ante la masacre de 72 migrantes en el municipio San Fernando, Tamaulipas, a escasa hora y media o dos de la frontera con Estados Unidos, el objetivo de su viaje.
Este hecho marcó un antes y un después en materia de migración para nuestro país. Si bien circuló información del hecho terrorífico que llevó a pronunciamientos de política gubernamental entre las naciones de Guatemala, Honduras, Ecuador y México, en los meses y años posteriores el tema dejó de ocupar las primeras planas de los periódicos y los horarios estelares en noticieros de radio y TV, en los que, salvo responsabilizar al grupo armado de los Zetas, no se ahondó en el entramado de complicidades, de sumisión de funcionarios ante el crimen organizado, ni en el dejar hacer y dejar pasar que son la razón misma de los hechos.
La periodista Marcela Turati decidió ir a la entraña de la masacre de los 72 migrantes y dedicó 10 años de investigación para ofrecernos su obra que salió a la luz en 2023, San Fernando: Última parada. Viaje al crimen autorizado en Tamaulipas, de la editorial Aguilar.
En ella, Turati deja constancia ordenada de lo que pasó el día que a punto de armas largas los migrantes fueron obligados a descender de los autobuses en los que viajaban para ser atados de manos y matarlos de un tiro en la cabeza. Nos ofrece entrevistas con los funcionarios municipales, estatales y nacionales relacionados al tema, con los representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pero también con los familiares de los migrantes asesinados, quienes hablan del difícil peregrinar en la lucha por recuperar los cuerpos.
Para la autora, el calvario de los migrantes es una constante y se sigue repitiendo, advierte que en las carreteras de México que llevan al norte del país sigue habiendo desaparecidos; siguen llegando a las terminales los autobuses en donde faltan pasajeros y sobran maletas que nadie reclama. Los grupos armados siguen secuestrando migrantes para reclutarlos y sumarlos a sus filas.
La periodista especializada en derechos humanos presentó su obra en Tabasco el pasado fin de semana, en el marco de los festejos por el 65 Aniversario de Presente, Diario del Sureste, en un evento organizado también por el Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo. En su exposición, la coordinadora -desde 2018- del portal “A dónde van los desaparecidos”, dejó ver el lado sensible y humanista de quien se compromete ante la desesperada búsqueda de las familias por sus desaparecidos, por las madres que consideraron el último acto de amor a sus hijos el seguir luchando por encontrar sus cuerpos.
San Fernando: Última parada. Viaje al crimen autorizado en Tamaulipas, es un texto dividido es ocho capítulos en los que Turati va detallando desde el recorrido que hacen los migrantes y la muerte que los acecha constantemente, hasta los abusos de los que son objeto; y la versión del único sobreviviente de la masacre que fue quien hizo el llamado de auxilio luego de que los asesinos los dejaron abandonados en una galera derruida en medio de un sembradío de sorgo.
La guerra, La carretera, Las fosas, La Morgue, La búsqueda, Las Víctimas y los verdugos, y Los poderes, son los capítulos que conforman la primera parte de esta investigación; mientras que la segunda refiere los capítulos: El desprecio, La visión, La exhumación de verdades y La siguiente búsqueda.
Durante su exposición, la autora revela que luego de esta y otras investigaciones que ha realizado en el tema de desaparecidos y de violación de los derechos humanos, puede asegurar que en México es más peligroso investigar un crimen que cometerlo. Señala que durante sus investigaciones, hubo momentos en donde el miedo apareció, sobre todo por las advertencias que sus entrevistados le hacían para dejar de indagar porque había muchos inmersos en esos actos delictivos, que no confiara en nadie; porque fue víctima de espionaje a través del operativo Pegaso, porque los grupos delictivos sabían que estaba investigando la masacre, por las autoridades que con sus omisiones se hacían partícipes de los hechos, entre otras muchas situaciones.
Entonces ¿Por qué escribir este libro? Marcela Turati responde: “cuando la verdad sale a la luz se hace incontenible la demanda de justicia. Cuando la gente se apropia de esa memoria nacen caminos hacia esa añorada justicia”. Este razonamiento representa la mejor invitación para leer su obra.
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