El desarrollo económico orientado hacia el sureste de México representa la gran oportunidad para Tabasco, son muy amplias las posibilidades de que el candidato de Morena, Javier May Rodríguez obtenga el triunfo electoral en 2 de junio de 2024; el político de Comalcalco sabe que al ganar los comicios el reto será atender las carencias sociales en educación, salud, seguridad social, vivienda, agua potable y drenaje del 59.9 % de la población de la entidad con indicadores de pobreza, según los datos del Coneval.
Aquí existe una historia que vale la pena retomar. A finales de los 80’s, la economía tabasqueña cobró impulso de la mano del gobernador Enrique González Pedrero, hombre ilustrado y de ideas innovadoras en el plano político. ¿Qué ocurrió en esos años para que Tabasco fuera ejemplo nacional de desarrollo social? La clave fue sustentar el accionar administrativo en el Plan Estatal de Desarrollo 1983-1988, que en términos prácticos respondía a las preguntas: qué somos, qué queremos y cómo vamos a lograrlo.
A diferencia de la política neoliberal de Miguel de la Madrid Hurtado, que siguió las directrices del Banco Monetario Internacional (BMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Tabasco se inició un proceso de consulta popular para atender las necesidades básicas de la población que había sido impactada por la explotación intensiva del petróleo, con una economía de subsistencia, y con un crecimiento desordenado que generaba pobreza.
El documento de planeación democrática de González Pedrero tenía como propósito “Sustentar el desarrollo social a través de la redistribución de la riqueza, la generación de empleos, el aumento de la producción, la organización de una sociedad más libre y el incremento de las medidas de gobierno para la justicia y la seguridad social”.
La política social implementada se tradujo en un trabajo de organización en las comunidades rurales de apoyo mutuo, se promovieron los centros integradores, se tecnificó y se intensificó la transformación de los productos agrícolas, entre ellas la procesadora de cacao en Cárdenas, modernos ingenios azucareros, Oleaginosas del Sureste para el procesamiento de los derivados del coco y las instalaciones del Frigorífico y Ultralácteos de la Unión Ganadera Regional de Tabasco.
A finales de los años ochenta era común que Villahermosa fuera destino recurrente de las familias procedentes de Coatzacoalcos, Veracruz; Ciudad de Carmen, Campeche, y Palenque, Chiapas, entre otras ciudades colindantes, toda vez que se contaba con aeropuerto, hoteles, restaurantes, museos y comercios.
El gobierno de corte social que impulsaba González Pedrero se vio interrumpido cuando el expresidente Carlos Salinas de Gortari, con ideas más de corte capitalista, lo llama para incorporarlo en su campaña electoral y después, por las propias diferencias políticas, lo envía como embajador a España.
En Tabasco, los avances del proyecto de González Pedrero se fueron diluyendo; dejó de ser atractivo para los empresarios invertir en la tecnificación del campo y prefirieron emigrar para apostarle a los sectores inmobiliario, agroindustria, turístico y automotriz en entidades vecinas como Yucatán y Quintana Roo; además -producto de la corrupción- se vinieron en cascada la quiebra la Unión Ganadera Regional de Tabasco, Oleaginosas del Sureste, los ingenios azucareros y la Unión de Cacaoteros de Tabasco.
El campo tabasqueño tiene mucho que dar; impulsar y rescatar la vocación agropecuaria será un reto con muchos beneficios, como arraigar a las familias a su tierra y agua, fortalecer y tecnificar la producción agrícola para combatir la pobreza extrema, así como la búsqueda de mercado para el desplazamiento de los productos del campo.
La puesta en marcha del Tren Maya, los programas Sembrando Vida y la Refinería Olmeca son el piso para edificar todo tipo de propuestas y lograr el renacimiento de Tabasco si se tiene visión social, pero también de desarrollo a niveles de las grandes ciudades industriales y de servicios.
Por ello es indispensable que antes de la repartición de los puestos de elección popular y gabinete, se tenga visualizado, consensuado y definido, un plan de gobierno democrático que incorpore los mejores perfiles, que comprometa y se valore su rendimiento; no hay tiempo para la equivocación, la intolerancia, la ineficiencia, la corrupción o cualquier desacierto de la administración que entrará en funciones en el 2024.
Bajo este panorama, reseñado con brevedad, la oportunidad de otro despegue económico en Tabasco es viable y evidente. Lo que debe recordarse, en todo caso, es la variable política que entrará en juego para detonar ese desarrollo económico. La ciudadanía tiene la palabra.
Paseo Usumacinta s/n Esq Ayuntamiento. Col Gil y Sáenz, Villahermosa, Tabasco
