Con el dinero donado de fieles, un sacerdote suizo viajó al Mundial de Rusia 2018, donde participó en varias quinielas.

El cura convenció a los feligreses para hacer depósitos que eran supuestamente para ayudar a comunidades necesitadas de África.

La deuda contraída por el cura ludópata durante el Mundial ascendió a 1.4 millones de francos suizos (1.1 millones de dólares), de acuerdo con lo que revelaron medios locales.

Atormentado por la culpa, el sacerdote envió mensajes a los afectados durante su estancia en Rusia, confesando su estafa.

A pesar de que autoridades religiosas ya estaban al tanto de la adicción a las apuestas del sacerdote y ocultaron a los fieles la situación, muchos de los creyentes siguen profesándole admiración y le piden que retome sus actividades en el clero.

Fuente: Noticieros Televisa/gpo/Foto: Internet