sábado 30 mayo 2020 8:21 AM
Redactor : Tomasa del Carmen Ramírez
Mientras los máximos dirigentes de un club tienen congeladas sus cuentas, en la sede de otro arrecian las protestas por la posible mudanza del equipo a otra Ciudad sin aviso de por medio.
En esta liga está inscrito el equipo con más casos positivos de Covid-19 en el mundo y el torneo está en la lupa de la FIFA, que ha tenido que intervenir para revisar por qué sus dirigentes eliminaron el ascenso y descenso durante un periodo.
Esta es la "nueva normalidad" en la Liga MX en la que, por si fuera poco, sus franquicias tendrán que lidiar con una pérdida estimada en 3 mil 500 millones de pesos por la conclusión anticipada del Torneo Clausura 2020.
El fútbol mexicano está viviendo una de sus épocas más turbulentas con una racha de eventos desafortunados que se ha extendido por meses desde que en diciembre pasado quedó desafiliado uno de sus miembros, el Veracruz.
De hecho, los Tiburones Rojos aún deben 10 millones de dólares de la fianza que debían pagar antes del Torneo Apertura 2019.
El último episodio se vive en el Cruz Azul, donde a la cooperativa y a los dirigentes Guillermo Álvarez y su hermano Alfredo, así como al ex directivo Víctor Garcés les congelaron las cuentas por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera, en medio de una investigación por lavado de dinero.
Esto puso en riesgo el pago a los empleados de la cooperativa y del propio club, pero ayer las cuentas fueron desbloqueadas.
Una situación de este tipo puede desencadenar en la desafiliación del equipo, de acuerdo al reglamento, aunque ese escenario es poco viable.
La Liga MX se limitó a lanzar ayer un comunicado en el que aseguran que no están informados de la situación, aunque se muestran dispuestos a cooperar con las autoridades.
Fuente: Agencia Reforma/crc/Foto: Internet
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